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Las centrales generan 160 toneladas de desechos al año

Las centrales nucleares españolas generan anualmente unas 160 toneladas de residuos radiactivos de alta actividad, según la Empresa Nacional de Residuos, Enresa. Tratar y almacenar estos deshechos costará 10.000 millones de euros hasta 2070, según el Quinto Plan de Residuos aprobado en 1999 por Enresa. Este dinero saldrá de la empresa pública, que se financia principalmente mediante una fracción del 0,8% del recibo de la luz.

Enresa abonará los 34,5 millones de euros que cuesta mantener en el Reino Unido los residuos generados en la central de Santa María de Garoña (Burgos) entre 1971 y 1983. Los pagos se realizarán de forma fraccionada hasta 2008, según el contrato firmado entre Enresa, la empresa británica BNFL y Nuclenor, propietaria de la central nuclear.

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Los productores de residuos pagan un canon a Enresa por la recogida y el tratamiento. En realidad, el canon va incluido en cada factura de la luz. Un 0,8% de ésta va destinada al tratamiento de residuos radiactivos. El portavoz de Enresa, el ingeniero Jorge Lang Lenton, asegura que la empresa ingresa unos 100 millones de euros al año por este capítulo.

El dinero acumulado desde 1984, cuando se creó la empresa, da un rendimiento anual de otros 80 millones. Con este dinero "se garantiza en cada momento la financiación de los costes de gestión", según una nota de Enresa que añade que así "se evita el traslado de las cargas económicas a las generaciones futuras".

Economía y Ciencia

La empresa depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Ministerio de Economía) y del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ministerio de Educación y Ciencia).

El coste de tratar los residuos ronda actualmente los 100 millones al año. Las 2.000 toneladas de residuos de baja y media actividad que se producen cada año son almacenados en El Cabril, en Córdoba. Las 160 toneladas de las centrales nucleares se quedan en las mismas centrales, en lo que se llama Almacén Temporal Individual (ATI). Enresa prevé que el coste de tratar los residuos aumente espectacularmente entre 2025 y 2035, cuando pueden superar los 300 millones de euros al año.

Ese periodo coincide con el final de la vida de la mayoría de las centrales. El principal coste procede del desmantelamiento de las centrales. La única desmantelada ha sido la de Vandellòs I, que sufrió un incendio en 1989. El desmantelamiento comenzó en 1998 y ha costado hasta el momento 94 millones. La central comienza ahora un periodo de latencia de 25 años en el que la radiactividad del reactor, cubierto por hormigón, bajará un 95%.

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