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La CIA mantenía una cárcel secreta en Guantánamo

La CIA ha mantenido una prisión secreta dentro del penal de Guantánamo para jefes de la organización Al Qaeda y otros "detenidos valiosos" de la guerra contra el terrorismo, según fuentes anónimas citadas por The Washington Post. El periódico afirma que "no está claro que siga en funcionamiento", y el Pentágono y la CIA rehusaron ayer comentar el asunto.

La prisión, construida el año pasado dentro del Campo Echo de la base, ha causado fricción entre los militares y la agencia de espionaje. La CIA ha sido un huésped incómodo porque no se atiene a las normas del Pentágono, que es quien controla la operación de Guantánamo. Amparada en una autorización especial del presidente George W. Bush, la CIA gestiona una red secreta de prisiones alrededor del mundo para "cierta clase" de sospechosos.

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Los detenidos fantasmas no constan en ningún registro ni el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) tiene acceso a ellos, mientras que los 550 presos de Guantánamo, a pesar de su situación indefinida, sí reciben visitas del ICRC y gracias a un fallo del Tribunal Supremo pueden recurrir ante la justicia civil de EE UU. Cuando la CIA abrió su cárcel secreta los militares de Guantánamo le pidieron dos cosas: una lista de los detenidos y que la Cruz Roja pudiera verles. La CIA rehusó. Desde entonces, el Pentágono ha insistido en que suspendieran la operación o se adaptaran a las reglas del juego. No está claro quién ha ganado esa batalla.

Red global de prisiones

Tras los atentados del 11-S, equipos paramilitares de la CIA en conjunción con servicios de inteligencia extranjeros arrestaron a decenas de sospechosos que poseían información sobre los ataques y la logística de la organización de Osama Bin Laden. Los fue distribuyendo en prisiones de la red global, entre las cuales están una en la base de Bagram, en Afganistán, y otra en la isla de Diego García, en el océano Índico. En otras ocasiones supuestamente los albergó en cárceles especiales de países que cooperaban como Jordania, Egipto y Tailandia.

Al menos en el caso de Tailandia, el Gobierno estaba dispuesto a ayudar, pero no a que la CIA instalara su operación secreta de forma permanente, y solicitó el traslado de los presos a otro país. Guantánamo era la mejor opción, fuera del alcance de la justicia de EE UU y de la prensa, donde pudieran interrogar indefinidamente a los capturados. La prisión secreta de la CIA se levantó dentro del Campo Echo, amurallado con una valla de malla verde billar, donde el Pentágono recluye a "sus" detenidos "más valiosos" y a los 15 que aguardan juicio, cuatro de los cuales han sido ya formalmente acusados.

Las fuentes que han filtrado la información al Post dicen haber observado mucho tráfico de gente entrando y saliendo del recinto secreto, pero desconocen quiénes son los prisioneros. Sí se sabe que la CIA mantiene en cárceles secretas a tres de los cerebros del 11-S. Se cree que la CIA mantiene unos 40 detenidos fantasmas en total en la red global de cárceles.

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