Coline Serreau rueda una historia sobre el Camino de Santiago
A la muerte de su madre, tres hermanos se enteran de que para cobrar la herencia que les corresponde tienen que recorrer juntos, y a pie, el Camino de Santiago. Esta acción tan aparentemente sencilla para los cientos de personas que la inician cada día, y más aún en un Año Jacobeo como este 2004, es tarea complicadísima para los implicados porque la relación entre ellos es pésima, cuando no inexistente, a pesar de lo cual se ponen en ruta. Los protagonistas de la historia son Pierre, Claude y Clara, tan diferentes entre sí que parecen desconocerse por completo. El primero es irascible, arisco y egoísta. Claude es un alcohólico y la hermana no siente simpatía alguna por ninguno de los dos. La peregrinación por el Camino permitirá que unos descubran a otros y potencien sus lazos personales.
Éste es el argumento de la última película de la directora francesa Coline Serreau (París, 1947), que acaba de terminar el rodaje de Saint Jacques en su país y en España, y que actualmente se encuentra en fase de montaje sin que tenga prevista aún fecha de estreno. La filmación comenzó a finales del verano pasado en la localidad francesa de Le Puy, donde arranca al Camino de Santiago, y ha terminado en París, después de pasar por varios pueblos franceses y algunas de las localidades españolas más significativas de esta ruta, convertida en un fenómeno cultural y social y que este mismo año ha recibido el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia "como símbolo de fraternidad vertebrador de una conciencia europea".
Coline Serreau es autora de películas como Tres solteros y un biberón, estrenada en 1985, Mamá, hay un hombre blanco en tu cama, Contra el olvido y ¿Qué quieren las mujeres?
Babelia
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