Educación prolonga tres meses el debate de la reforma de la Ley de Calidad

El Gobierno ampliará hasta principios de marzo el debate sobre la reforma de la Ley de Calidad. Convocará nuevas reuniones con las organizaciones sociales para decidir qué medidas son necesarias para solucionar los problemas expuestos en los debates que lleva organizando Educación desde junio. Tras los malos resultados de los alumnos españoles aparecidos en el Informe Pisa 2003, hecho público la semana pasada, un equipo internacional de expertos manifestó ayer la necesidad de prolongar el debate sobre la nueva ley. La obsoleta formación inicial del profesorado, el fomento de la formación práctica y la conexión con la universidad fueron algunos de los aspectos resaltados en el debate.

Establecer claramente los contenidos esenciales que debe aprender hoy en día un alumno es la base para prevenir el abandono temprano de la educación, es decir, antes de adquirir los conocimientos mínimos, a los 16 años. Con este punto de partida, un plantel de especialistas participó ayer en el último debate sobre la reforma de la Ley de Calidad. El ministerio ha reunido a reconocidos expertos a nivel nacional e internacional, como el presidente de la comisión que debate la reforma educativa en Francia, Claude Thélot; el miembro de la dirección de Educación de la OCDE, Tom Schuller, y el ex director de la Oficina Internacional de Educación de la Unesco, Juan Carlos Tedesco.

Entre los participantes españoles se encontraba el ex ministro de Educación con UCD, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona; el presidente de honor del Club de Roma y uno de los precursores de la Ley General de Educación, de 1970, Ricardo Díez Hochleitner; el catedrático y ex director del Instituto Nacional de Calidad de la Educación (INCE) con el PP, José Luis García Garrido, y la presidenta del Consejo Escolar del Estado, Marta Mata. Una buena parte de los participantes criticó la falta de concreción del documento para el debate en el que se basará la futura ley, presentado por el Gobierno en septiembre. Éstos son algunos aspectos analizados:

- Tecnología y lectura. El fomento de la lectura y del uso educativo de las nuevas tecnologías son, en opinión de estos expertos, el árbol del que deben colgar el resto de los aprendizajes: "La reina de las competencias y la que abre todas las llaves es la comunicación en todas sus vertientes: leer, escribir, escuchar o hablar", dijo García Garrido. Thélot insistió en la necesidad de hacer hincapié en la enseñanza de competencias útiles para la vida y de adaptarlas a los distintos niveles socioculturales de los estudiantes. Schuller resaltó que la cuestión es ver cómo enseñar a los alumnos a encontrar y usar la información, analizar qué puede hacer el sistema para promover la experiencia práctica y observar la influencia del sistema universitario en el currículo escolar.

- Diversidad de alumnos. Los expertos internacionales insistieron en que no se debe buscar la diversificación temprana (según rendimiento y preferencias) de los alumnos, aunque 13 países de la OCDE han optado por ella antes de los 14 años. "La primera medida para la atención a la diversidad es que el centro tenga un buen proyecto de equipo", dijo la catedrática Elena Martín.

- El papel del profesor. García Garrido planteó el establecimiento del "maestro único", sobre lo que ya hay algunas experiencias, para que pueda hacer un seguimiento más cercano de los alumnos. Thélot añadió que "todos los profesores tienen que contribuir a la educación porque las personas, no los programas, son los que permiten a los alumnos llegar a tener competencias". Tedesco apuntó que debe ser todo el equipo docente el que busque conseguir unos resultados en cada alumno, porque debe estar conectados los que le enseñan cada curso y los resultados no se obtienen en un año o dos.

- La nueva ley. "Hay que tener mucha contención, si se concreta demasiado en una ley orgánica se corre el riesgo de que no se aplique o de que ocurra con ella cosas no deseables", advirtió Ortega y Díaz Ambrona. Marta Mata resaltó que se necesita una ley "que sea de garantías de educación, no sólo de escolarización, porque cada vez influye más en los alumnos su entorno no escolar".

- Autonomía y evaluación. La combinación de estos dos aspectos es la base del buen funcionamiento de todo centro, según concluyeron los expertos.

"Los centros deben tener autonomía, pero si son autónomos deben ser evaluados", concluyó Thélot.