Castro ordena gigantescas maniobras militares como advertencia a EE UU
El ejercicio moviliza a más de cien mil soldados y cuatro millones de civiles cubanos
Fidel Castro ha puesto en pie de guerra a Cuba entera ante el "incremento de las agresiones y amenazas" de la Administración de Bush. Más de cien mil soldados participan desde ayer en la gigantesca maniobra militar Bastión 2004, que concluirá el fin de semana con sendos días nacionales de la Defensa, durante los cuales serán movilizados más de cuatro millones de milicianos y civiles. En palabras del jefe del Ejército, Raúl Castro, se trata de una advertencia a EE UU, "para que no cometa los errores que cometió en Vietnam y que ahora está cometiendo en Irak".
Cientos de tanques, aviones, barcos y equipos militares se movilizarán durante los seis días de maniobras previstos. Participarán las principales unidades del ejército de tierra, la marina de guerra, la defensa antiaérea y la aviación, así como efectivos del Ministerio del Interior, las Milicias de Tropas Territoriales y las denominadas Brigadas de Producción y Defensa. Además, se ha anunciado que "mil órganos de dirección de empresas" estatales, incluidos los de algunos hoteles y establecimientos turísticos, realizarán simulacros bélicos; hasta las embajadas cubanas en el exterior se sumarán a los ejercicios, "exponiendo la verdad de la realidad cubana y las amenazas de agresión, y denunciando ante los organismos internacionales las acciones hostiles contra Cuba del Gobierno de EE UU".
Bastión 2004 es el mayor ejercicio militar que se realiza en Cuba desde hace 18 años, cuando las tensiones con el Gobierno del desaparecido presidente norteamericano Ronald Reagan alcanzaron gran intensidad. Como entonces, La Habana ha invocado la posibilidad de que Washington esté "tramando una invasión" contra la isla. En el comunicado oficial para convocar Bastión 2004, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias calificó a la Administración de Bush como "la más reaccionaria y agresiva con que ha tenido que lidiar la revolución cubana durante más de nueve lustros". "Todo parece indicar", agregó la nota del ministerio, "que esta línea se mantendrá en los próximos cuatro años".
Agresión norteamericana
En los últimos días, funcionarios, mandos militares y medios de prensa cubanos han argumentado la necesidad de "probar y entrenar el sistema defensivo del país" ante la hipótesis "real" de una agresión militar norteamericana. Recuerdan que durante su primer periodo de Gobierno, Bush endureció el cerco financiero a la isla, propiciando restricciones a los viajes y a los envíos de remesas de los exiliados e incluyendo a Cuba en una lista de siete países que "promueven el terrorismo". En otras palabras, según el diario oficial Granma, se están "creando las condiciones subjetivas internacionalmente propicias para llevar a cabo una agresión militar contra Cuba".
El pasado 7 de diciembre, durante un acto para celebrar la caída en combate del general independentista Antonio Maceo, Raúl Castro aseguró que las maniobras Bastión 2004 eran una advertencia a EE UU. "Que lo observen bien los americanos, para que no cometan los errores que cometieron en Vietnam y que ahora están cometiendo en Irak, donde se encuentran empantanados (...) Como no han aprendido las lecciones en este caso explicadas, es que hacemos Bastión, para que no subestimen a nuestro pueblo que tiene mucha más unidad y por lo tanto más poderío que el propio Irak".
Ayer, al inaugurar las maniobras mediante una alocución transmitida por todas las cadenas de radio y televisión, el jefe del Ejército cubano fue todavía más grandilocuente: "Desde hace muchos años nuestro principal propósito ha sido evitar la guerra, conscientes de que la única forma de impedir la agresión es haciendo patente que, en ese caso, Cuba se convertirá de un extremo a otro en un enorme avispero que no podrá resistir ningún agresor, por muy poderoso que sea. Al final, tendrá que retirarse desangrado y derrotado porque ésta sería la guerra de todo el pueblo".
Desde la invasión de Bahía de Cochinos y la crisis de los misiles de octubre de 1962, los cubanos de a pie no han dejado de vivir en permanente tensión militar. Además de las movilizaciones periódicas dentro de la isla, más de 400.000 cubanos han participado en las guerras de Angola, Etiopía y otros países africanos en las décadas de los setenta y ochenta. En 1980, tras llegar Ronald Reagan a la presidencia, los militares cubanos idearon la estrategia de la guerra de todo el pueblo y crearon las Milicias de Tropas Territoriales, a las que pertenecen millones de cubanos.
Desde entonces, se han efectuado varios ejercicios Bastión y periódicamente se realizan en la isla días nacionales de la Defensa, durante los cuales se puede ver a jubilados y señoras pasaditas de peso y muy repintadas haciendo prácticas de tiro y ejercicios de enmascaramiento en campos y ciudades.
Aunque la gente habitualmente se toma a la ligera toda esta parafernalia bélica, en esta ocasión las autoridades se han preparado de forma concienzuda. Cientos de dirigentes han pasado en los últimos meses por escuelas de defensa, y en radio y televisión la propaganda no deja de martillear el mensaje de que con esta Administración norteamericana el peligro es real y que cubano precavido vale por dos.
Nueva visita de Chávez
El inicio de Bastión 2004 debía coincidir con la llegada a Cuba, prevista para anoche, del presidente venezolano, Hugo Chávez, al conmemorarse el décimo aniversario de su primer encuentro con Fidel Castro, el 13 de diciembre de 1994. En aquel momento, Chávez acababa de salir de la cárcel tras su participación en la fracasada intentona golpista de febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. La prensa oficial cubana ha recordado estos días como entonces el mandatario cubano lo recibió y "le rindió honores de jefe de Estado, vislumbrando sus cualidades excepcionales como líder político y discípulo de Bolivar y Martí".
En estos diez años, Hugo Chávez ha viajado a Cuba en numerosas ocasiones, la última el mes pasado para ver a su amigo después de la aparatosa caída que sufrió durante un acto político, de la que todavía se recupera. El objetivo oficial de la visita es pasar revista a la multitud de proyectos conjuntos que ambas naciones realizan. Durante su estancia en La Habana, el presidente venezolano asistirá la presentación del libro de entrevistas Chávez nuestro, de los periodistas cubanos Luis Báez y Rosa Miriam Elizalde. En éste, Chávez habla del día en que conoció a Castro como uno de los más felices de su vida y asegura: "Fidel para mí es un padre, un compañero, un maestro de la estrategia perfecta".
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