Apuesta por unas Matemáticas prácticas
"Los resultados del Informe PISA en España pueden trasladarse a los escolares andaluces, aunque se haya elaborado en otras comunidades". Así lo reconoce el especialista en Didáctica de las Matemáticas, Pablo Flores, de la Universidad de Granada.
El profesor cree que a ningún colega le pueden sorprender resultados del informe, toda vez que la enseñanza de las Matemáticas ha estado relegada al aprendizaje de la teoría. "Es difícil encontrar a chicos de 15 años que sepan aplicar conocimientos matemáticos a su vida diaria", aunque también puede darse el caso de encontrar "un matemático que no sepa calcular una hipoteca y no dejar por ello de ser un buen matemático".
La reorientación de los estudios de Matemáticas, Física o Lengua para que el alumnado "eduque" su capacidad de aplicación de conocimientos a la vida diaria es algo necesario y, de hecho, contemplado en la LOGSE. De todas maneras, el profesor Flores cree que "el movimiento que propugnaba la enseñanza de una Matemática más aplicada coincidió con la implantación de la LOGSE, de tal manera que se contaminó de un cierto desprestigio".
Pablo Flores dice que quizás los padres, o la sociedad, no estén preparados para que los niños aprendan principios prácticos en vez de teoría. "Es muy oportuno este informe porque los profesores pueden verse apoyados para aplicar lo que ya la ley les permite". Ese apoyo podría suponer, a su juicio, que los profesores reorienten sus enseñanzas, sin que "un padre proteste porque su hijo no sabe el fundamento de una raíz cuadrada".
En un reciente congreso sobre matemáticas, coordinado por Flores, se puso de manifiesto que los profesores de matemáticas no salen de la universidad especialmente preparados para la enseñanza. Por tanto, existe el peligro de reproducir en los institutos las enseñanzas de la universidad.
Por ello, deben de ser los profesores los que hagan el esfuerzo de reconvertir su forma de enseñar. Precisamente la ESO ya tiene una base de orientación hacia el aprendizaje de soluciones a problemas funcionales. Sin embargo, el propio sistema educativo no termina de encontrar su sitio, según Flores. "Todos intuimos que la funcionalidad en el aprendizaje de las Matemáticas deja bastante que desear", apunta. "La matemática como intención cultural está muy bien, aunque debe dejar paso a conocimientos funcionales que se alejarán, sin duda, a lo que en otros momentos se valoró: los conocimientos eruditos sobre el tema", concluye.
