Un concurso restringido levanta la polémica en Las Palmas
Seis grandes equipos de arquitectos optan a las obras de La Gran Marina en Las Canteras
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha convocado un concurso de ideas, restringido a seis reconocidos estudios internacionales, para afrontar las obras de lo que ha llamado La Gran Marina, los 400.000 metros cuadrados del istmo que separa las instalaciones del puerto de la conocida y popular playa de Las Canteras. La convocatoria ha sido contestada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Las Palmas, que ha recurrido el certamen.
El proyecto requiere una inversión de más de 375 millones de euros en 10 años. Centenares de vecinos han acudido a lo largo de la pasada semana a conocer las seis maquetas y proyectos, propuestos por Rafael Moneo, Carlos Ferrater, César Pelli, Ben Van Berkel, Nicholas Grimshaw y el tándem Kazuyo Sejima y Ryue Nichizawa. La decisión del jurado, a finales de enero, podría contemplar incluso un séptimo proyecto, fusión de los seis presentados.
El Colegio Oficial de Arquitectos de Las Palmas ha recurrido el certamen por entender que la convocatoria debería ser abierta, y solicitan su paralización al Ministerio de Fomento, a Bruselas y a los tribunales de justicia. Más de 8.000 personas se manifestaron hace unas semanas en la capital para reclamar que el concurso y la adjudicación de obras sean transparentes.
A Las Palmas le queda un último y carísimo trozo de terreno por urbanizar a un precio estimado de unos 4.000 euros cada metro cuadrado. Se trata del istmo entre el puerto y la playa de Las Canteras que une La Isleta con Mesa y López y el resto de la capital, terrenos ganados al puerto pesquero que el Ayuntamiento espera convertir en la punta de lanza del relanzamiento de Las Palmas como una de las grandes capitales del atlántico. Los seis proyectos planteados (www.laspalmasgc.es) superan cualquier expectativa. Presentan una ciudad moderna, ecológica y abierta al mar, con pasadizos submarinos, puentes retorcidos, islas para atraque de grandes cruceros, edificios en forma de cordillera volcánica, pétalos o con apariencia de estar suspendidos en el aire, pantallas de agua, amplios jardines en varias alturas y distintas fórmulas para auditorios con capacidad para hasta 3.000 espectadores. La imaginación, al servicio de una ciudad. Cada equipo ha cobrado 61.094 euros por su proyecto, más 35.000 euros en traslados hasta Gran Canaria. El ganador se llevará otros 61.094 euros. La exposición permanecerá abierta hasta el 9 de enero en el Edificio Miller, en el céntrico Parque de Santa Catalina.
Los concursantes debían afrontar la ocupación de solamente 120.000 metros de un total de 400.000 metros cuadrados de terreno, con algunas características: el soterramiento de dos grandes vías que cruzan esta zona, al menos un hotel de lujo de 30 plantas, un parking para 3.000 plazas, marina deportiva para 1.500 atraques, equipamientos de ocio, oficinas con espacios públicos abiertos. Las obras deberán concluir en ocho o diez años.
La polémica se remonta a marzo de este año, cuando la anterior presidenta de la Delegación del COAC acordó con la alcaldesa de Las Palmas, Josefa Luzardo (del PP), la presentación de tres proyectos de arquitectos canarios al concurso. El nuevo presidente de los arquitectos, Javier Mena, entendió después que estaban en desventaja al competir dos veces, primero todos los arquitectos canarios entre sí para seleccionar a tres y, posteriormente, éstos con los seis españoles y extranjeros ya contactados. Mientras la alcaldesa entiende que los profesionales canarios se han autoexcluido, éstos han presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, una protesta ante el Ministerio de Fomento (que ya se ha alineado a favor de un concurso abierto) y ante la Comisión Europea de Mercado Interior, por haber violado, al menos, tres directivas comunitarias.
Babelia
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