¿Qué hacemos con la estatua de Franco?

- Debe retirarse, por ser un monumento a la represión y a la intolerancia y por representar uno de los periodos más negros de la historia de España. Propondría, por ejemplo, que se hiciera cargo de ella el Museo del Ejército y pondría en su lugar algún símbolo que represente justo lo contrario de lo que representa la figura de Franco, desde un monumento a los 25 años de los ayuntamientos democráticos a uno a la paz, a la concordia o a la tolerancia.

- Quizás por comodidad, ya que a las administraciones les ha resultado más fácil entrar en un debate de formas que de fondo.

- Es un signo de un tiempo histórico, el de Franco, que ya forma parte de la historia general de España, y que se puede y se debe enjuiciar con serenidad en sus luces y sombras. Pero intentar hacerlo desaparecer borrando sus símbolos en un quiebro arbitrario de coyuntura, sería un gesto antihistórico, como interrumpir el curso de la vida, haciendo un paréntesis, para reanudarlo al gusto del momento, y eso en nombre de nada se puede hacer. Plantear ahora su retirada o traslado es un gesto negativo en el entendimiento de la situación de España en el pasado siglo XX. Fue una época frente a la que no se pretendió ruptura en la transición, sino reforma. Fue pasar "de la ley a la ley".

El propio Felipe González se manifestó expresamente en contra, por considerarlo improcedente y ridículo. A nosotros nos parece, obviamente, injusto, pero creemos que, en todo caso, este tipo de gestos respecto al pasado son equivocados y no responden a una inquietud del ciudadano, pues la mayoría de los madrileños han convivido ya durante décadas con un símbolo frente al que jamás se ha producido más contestación significativa que la acción vandálica esporádica. A muy pocos metros del monumento a Franco, en el paseo de la Castellana, se hallan las estatuas de dos destacados políticos de la República, con responsabilidades importantes de gobierno en la Guerra Civil. Representan también un tiempo de nuestra historia común y allí están. ¿Y por qué no? ¿Y por qué no van a estar todos, que son ya historia?

- A lo mejor, o a lo peor, enfrentarse a esa responsabilidad no es un asunto jurídicamente claro. Lo está impidiendo también ese clima de crispación partidaria, creada en torno a esa estatua, con el que se despierta, irresponsablemente otra vez, el fantasma que creíamos y deseábamos superado de los enfrentamientos entre españoles.

- Deben retirarse este tipo de estatuas porque son símbolos que representan enfrentamiento entre españoles. Pienso que no tienen valor como patrimonio artístico. Habría que buscar un almacén para guardarlas. Además, propongo una remodelación de la plaza de San Juan de la Cruz, donde se instale un monumento alegórico de la paz para evitar la cuestión de la titularidad.

- Porque ninguna Administración quiere asumir la responsabilidad y el coste político; porque hay gente que tiene razones a favor y en contra del mantenimiento de estas estatuas.

- Debería llevarse a otro lugar o, en todo caso, que se ponga una placa explicando quién era Franco y qué es lo que hizo. El problema de la estatua es que ahora no se dice nada y mucha gente que pasa a su lado no sabe quién era ese señor. Pero creo que se debería retirar a un museo donde se recuerde qué fue la dictadura, donde se diga claramente qué hizo. Incluso a un centro de interpretación de la Guerra Civil, si es que algún día se hace.

- Nadie se hace responsable, como en general la sociedad no se ha hecho responsable de la Guerra Civil. Los libros de texto de la ESO de mis hijos apenas dedican a la Guerra Civil dos mapas y dos hojas. Es así de triste, pero forma parte de esa falta de asunción política de la dictadura, de la Guerra Civil y, en general, de la historia.

- Creemos que se debe dar cumplimiento al acuerdo del Congreso de los Diputados para retirar la simbología franquista de la vía pública. Coincidimos con el espíritu de esa resolución. Nos gustaría que enviaran la estatua a un almacén hasta que encuentren al dueño y, luego, que se haga lo que le parezca oportuno al dueño, pero siempre en un ámbito privado, fuera del espacio público.

- El Ayuntamiento es responsable para quitarla, igual que nadie comprendería que se dejara un mueble en medio de la calle. Yo no puedo retirarla, es el Ayuntamiento el que retira los objetos que están en la vía pública.

- Yo no soy partidario de quitar símbolos, sino de completarlos. Haría un gran monumento a las Brigadas Internacionales para recordar a la otra parte. Eso devolvería el equilibrio que no hubo en ese momento. Quitar la estatua abriría una polémica que no merece la pena.

- Me parece curioso que nadie se haga responsable, porque en otra época la hubieran reivindicado muchos. No sé por qué se puso ahí, pero era corriente en aquella época no hacer los papeles correspondientes. Así, si no es de nadie no se puede quitar. Es mejor que se la deje languidecer.