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Una huelga general paraliza Italia contra la política de Berlusconi

El 80% de los trabajadores siguió el paro, según los sindicatos

Los tres principales sindicatos italianos habían convocado ayer una huelga general para protestar contra la ley financiera del Gobierno, que pretende equilibrar los Presupuestos del Estado. Para los sindicatos es una ley "injusta, equivocada e inadaptada a la gravedad de la situación económica del país". El paro fue seguido por el 80% de los trabajadores, según datos de los sindicatos, y paralizó a todo el país durante unas horas.

Los sindicatos -CGIL (Confederazione Nazionale del Lavoro), CISL (Confederazione Italiana Sindacati Lavoratori) y UIL (Unione Italiana del Lavoro)- también protestaron contra la reforma fiscal que disminuirá los impuestos a partir del año próximo porque, según ellos, beneficia sólo a los más ricos. Las manifestaciones, en las que participaron decenas de miles de personas, se repitieron en más de setenta ciudades italianas.

La huelga fue apoyada por todos los funcionarios públicos, para quienes el paro fue de ocho horas. Además de estar en contra de la ley financiera, los trabajadores públicos exigen que se revise su contrato en relación a la inflación. El Gobierno ha aceptado un aumento del 4,2% del sueldo, mientras que los sindicatos pedían el 8%. El sector público se ve también afectado por el plan del Gobierno para disminuir los impuestos, ya que este plan prevé una reducción de 75.000 puestos de trabajo en dos años a partir de 2005.

También se paralizó la sanidad pública por ocho horas, manteniéndose el servicio para las emergencias. Las universidades y los institutos de investigación cerraron las puertas todo el día; no así la escuela pública, porque ya se había manifestado el pasado 15 de noviembre contra la reforma prevista por el Ministerio de Educación, que prevé una disminución de 300 millones de euros para la instrucción pública y la reducción del 2% del cuerpo docente. El sector del transporte se paralizó durante cuatro horas.

Los tres secretarios generales de los sindicatos estuvieron presentes en Milán, Turín -las ciudades más representativas de la industria italiana- y Venecia. Durante los mítines, Gugliemo Epifani, en Milán (CGIL); Savino Pezzotta, en Venecia (CISL), y Luigi Angeletti (UIL), en Turín, recalcaron la grave situación económica que está atravesando Italia, que tiene el mayor endeudamiento público de la UE y el tercero del mundo.

Los mítines fueron seguidos por 100.000 personas en Milán, 40.000 en Venecia y 55.000 en Turín, según cifras de los sindicatos, quienes también anunciaron que la huelga fue seguida por el 80% de los trabajadores de toda Italia. Ésta es la quinta huelga general contra el segundo Gobierno de Berlusconi, después de 20 años en los que no había habido ninguna huelga de este carácter.

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La Casa de las Libertades, la coalición de gobierno, manifestó su perplejidad hacia la protesta, "la primera huelga de la que hay memoria contra la reducción de impuestos", según Sandro Bondi, coordinador de Forza Italia.

Para la oposición, "esta manifestación representa de forma clara la posición del país contra la política económica y financiera del Gobierno", según el secretario de los Demócratas de Izquierda, Piero Fassino. Romano Prodi, quien ayer volvía a la política italiana como líder de la oposición, declaró que la huelga era el comienzo de una acción unitaria para la reactivación del país.

Manifestación celebrada por los sindicatos ayer en Roma.
Manifestación celebrada por los sindicatos ayer en Roma.ASSOCIATED PRESS

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