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Apuntes

Expertos creen que reforzar el papel del orientador desde la ESO mejorará el acceso a la Universidad

La reforma de las carreras abre el debate sobre cambios de fondo en la formación no universitaria

"La labor de la orientación en la enseñanza secundaria es vital para que los estudiantes puedan pasar a la educación superior con unas mínimas garantías de éxito", explica Antonio Hervás, vicerrector de Relaciones Institucionales de la Politécnica de Valencia, en las IV Jornadas de Orientación celebradas el pasado día 23, que reunieron a 500 orientadores y directores de Secundaria, junto a un grupo de expertos universitarios para reflexionar en torno a los "cambios estructurales" que deberá abordar el sistema educativo español ante la entrada en 2010 del Espacio Europeo de la Educación Superior (EEES).

La reforma de la enseñanza universitaria -al reducir la duración de las actuales licenciaturas e ingenierías a un único título común de grado para toda Europa de entre 3 y 4 cursos, y dejar la "especialización" o "itinerarios" para los ciclos posteriores de postgrado (máster y doctorado)- obliga, en opinión de los expertos, a una reforma de calado, más allá de los cambios previstos en las pruebas de acceso.

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Más que una "nueva" selectividad

"No está claro del todo el modelo de nueva selectividad", precisa Roberto Capilla, responsable de la Politécnica y organizador del congreso, para quien una de las conclusiones asumidas es que "la figura del orientador desde la Secundaria se considera vital en la formación". El también presidente del grupo de trabajo Servicio de Investigación y Orientación Universitaria (SIOU), integrado por 34 universidades españolas, sostiene que "el mejor alumno para la universidad es aquel que, además de estar preparado, elige lo que le gusta, independientemente de la nota media de la selectividad o del expediente académico".

Los cambios, sin embargo, no se detienen en el EEES -que supondrá un drástico cambio no sólo en las estructuras, sino en la metodología de formación-. "En el contexto actual, la presencia de estudiantes procedentes de otros países y culturas conforma ya una nueva realidad", que "exige nuevas pautas de actuación desde la escuela para que todos los alumnos puedan tener los mismos derechos y oportunidades", resume Capilla. No obstante, la definición del nuevo perfil de "orientador" ha abierto otra reflexión sobre el necesario "cambio en la formación del profesorado", según Rafael Sanz, de la Universidad de Granada, lo que imprime una visión más amplia del "educador" basada en "la coordinación de todo el equipo".

En esa dirección se pronuncia el director general valenciano Josep Vicente Felip, para quien "la integración pasa por las aulas, y es ahí donde la labor de los educadores resulta fundamental". Lo cierto es que más allá de variables tradicionales -como la "caída demográfica" o la "falta de demanda" de algunas carreras-, de indicadores como la "planificación" de la ESO y la atención más "individual", se imponen según los datos presentados por Antonio Gil, coordinador valenciano de las PAU, que revelan bolsas de fracaso en un sistema considerado piloto a nivel nacional por tamaño y diversidad.

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