Japón no cede en la batalla con Francia por el reactor de fusión ITER
Japón no cede en la batalla con Francia para construir el reactor experimental de fusión ITER, al mantener firmemente su candidatura para que ese multimillonario proyecto se levante en Rokkasho, localidad de 11.600 habitantes al noreste de la isla Honshu. Los ministros de Competitividad de la UE tienen previsto tratar nuevamente el tema en su reunión de hoy en Bruselas.
Tras la ultima ronda de negociación en Viena, que concluyó sin acuerdo entre los seis socios en el proyecto -Japón, EE UU, Rusia, Corea del Sur, China y la Unión Europea (UE)-, la delegación gubernamental y los empresarios nipones, agrupados en la Federación Japonesa de Empresas, han insistido en que no ha habido cambio de postura de Tokio sobre Rokkasho y en que Japón no aceptará ninguna compensación por retirar su candidatura.
El director de Fusión Nuclear del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Satoru Ohtake, jefe de los negociadores nipones, ha advertido de que si los europeos comienzan a levantar el ITER en la localidad francesa de Cadarache, la alternativa a Rokkasho, antes de llegar a un acuerdo con sus socios japoneses, Tokio podría abandonar el proyecto común.
Rokkasho, en la prefectura de Aomori y a 600 kilómetros de Tokio, fue seleccionado por las autoridades japonesas por ser ya un centro fundamental para la industria nipona de energía atómica, pues cuenta con una instalación para el enriquecimiento de uranio y dos almacenes de residuos radiactivos, de baja y alta actividad, y está en construcción una planta para reprocesar combustible nuclear usado, que debe estar acabada en 2006.
El Gobierno de la prefectura de Aomori cree que en un plazo de 30 años el proyecto del ITER contribuiría, de manera directa e indirecta, a las arcas de la economía local con 1,2 billones de yenes (8.800 millones de euros) y crearía 100.000 puestos de trabajo, muchos de los cuales se derivarían de la creación de nuevas empresas y del sector de servicios que surgirán para satisfacer las necesidades de los trabajadores de las instalaciones del reactor.
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