Ibarretxe dice que Euskadi vive "una etapa pos-ETA, sin vuelta atrás"

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró ayer en Madrid que "cada vez son más las personas de la izquierda abertzale que reclaman el fin de la violencia de ETA" y que el País Vasco está "viviendo una etapa pos-ETA que no tiene vuelta atrás". Tras vaticinar el fin de la violencia, el lehendakari dijo que ETA ha "quedado emplazada" por la antigua Batasuna a "abandonar la violencia de una vez para siempre".

Ibarretxe reapareció en Madrid, cuatro meses después del encuentro que mantuvo con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa y un mes después de su participación en la Conferencia de Presidentes. El de ayer fue el viaje más relajado que ha hecho a la capital de España en sus seis años como lehendakari. Compareció ante los medios de comunicación sin límite de tiempo ni de asuntos y explicó su actitud extrovertida al señalar que en la etapa del Ejecutivo de José María Aznar fue "literalmente arrastrado por el barro e insultado" por promover la reforma del Estado y que desde el cambio de Gobierno hay "comunicación y respeto"y "se ha abierto la puerta de la no violencia, que no se va a volver a cerrar".

El lehendakari está convencido de que se han abierto cauces para solucionar el problema de la violencia en Euskadi "sin marcha atrás". En su encuentro con los periodistas dijo que en Euskadi se ha introducido un "elemento enormemente importante, trascendental": el rechazo contundente al terrorismo por parte de la sociedad vasca, que ha repercutido en "una parte importante de la izquierda abertzale [la ilegalizada Batasuna] que cada vez más no soporta la violencia de ETA".

Ibarretxe valoró la intervención en el Velódromo de Anoeta de San Sebastián, el pasado 14 de noviembre, del líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, en la que abogó por encauzar el "conflicto vasco" por "vías políticas", al considerar que esa "nueva actitud" es "una revolución" en el mundo político de ETA. El lehendakari cree que, aunque para los gobiernos central y vasco y los partidos, la intervención de Otegi fue "insuficiente" porque careció de una condena expresa de la violencia de ETA, es lo más lejos a lo que puede llegar Batasuna en este momento.

También estima que es "una pieza más" del mismo entramado, de presión sobre ETA, la carta que seis antiguos dirigentes de la banda, entre ellos Francisco Mugika Garmendia, Pakito, dirigieron a la dirección de la banda el pasado agosto en la que le reclamaron el abandono de la violencia por considerar que "ya no sirve". Por tanto, a juicio de Ibarretxe, "ETA ha quedado emplazada" a responder "públicamente" a la exigencia social del "abandono de la violencia de una vez para siempre".

Ibarretxe no se atrevió a vaticinar cuando se producirá esa respuesta de la banda. Cree que existe un debate interno en ETA y defiende que tanto el Gobierno central como el vasco, con el apoyo de los partidos democráticos, mantengan la presión sobre la banda para que abandone la violencia "de manera definitiva" antes de iniciar cualquier tipo de diálogo.

El lehendakari tiene claro que no puede repetirse un proceso como el del Pacto de Lizarra, el pacto político del nacionalismo democrático con ETA, de 1998, a cambio de la tregua de la banda. Aclaró que las treguas parciales son insuficientes y que, a estas alturas, para que una oferta de ETA sea creíble tiene que llevar aparejada el fin definitivo de la violencia.

En este sentido, no ocultó su disgusto por el pronunciamiento público de la víspera del presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en el que reclamó al Gobierno que hiciera una una oferta a ETA para acabar con el terrorismo. "No confío en los políticos que hacen sus propuestas en los medios de comunicación porque, a veces, son más un obstáculo que un acicate para alcanzar una solución", dijo Ibarretxe.

Pero el lehendakari tiene claro que "se ha abierto la puerta de la no violencia y es evidente que no se puede volver a cerrar", que "el proceso es irreversible". No se quedó ahí. Opinó que ya "se está viviendo otro tiempo en el que la política ha ganado el espacio con rotundidad a la utilización de la violencia por parte de ETA". "Vivimos ya un período pos-ETA y en el plano político se abre a pasos agigantados el espacio del diálogo frente al de la incomunicación".

Ibarretxe también defendió de nuevo su plan soberanista y reiteró que en diciembre lo someterá a votación en el Parlamento vasco.