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El inspirador de la reforma educativa francesa explica en Madrid sus propuestas

Carmen Morán Breña

Francia se enfrenta a una gran reforma educativa para la cual se ha organizado un amplio debate previo. Una comisión presidida por el reconocido experto educativo Claude Thélot entregó el pasado octubre los resultados de 13 meses de trabajo. Thélot contó ayer cómo se organizó ese gran debate en las XIX Semana Monográfica de la Educación que organiza la Fundación Santillana. El debate francés partió de tres premisas: la transparencia ("todos los debates y reuniones se han conocido"); la independencia ("la comisión ha sido independiente del Gobierno y así fue percibida, después de cierta incertidumbre, por todo el país"), y la actuación (los debates "deben servir para actuar para preparar una ley"), aseguró Claude Thélot.

España también se encuentra en la actualidad en pleno proceso de debate de la reforma de la educación no universitaria. En Francia, la discusión se organizó a través de diversos canales. El principal, las reuniones por todas las ciudades acompañadas de una gran campaña en los medios de comunicación. En total se celebraron 13.000 debates en dos meses con la idea de reunir a padres de alumnos y a profesores. Internet facilitó un segundo canal: la página la visitaron 400.000 personas y se enviaron 10.000 correos electrónicos en seis meses.

Los 'sin voz'

Por último, explicó Thélot que la Comisión buscó la voz de los que no quisieron o no supieron expresarla por ninguno de estos canales. Lo hizo a través de encuestas, entre otros, a los sectores que previamente se habían observado alejados del debate, como familias desfavorecidas, jóvenes.

Al final la Comisión emitió sus recomendaciones. Formaban parte de ella, sin contar los antiguos ministros de Educación, 47 personas de origen y pensamientos diversos. "Sólo cinco dimitieron por desacuerdo total o parcial con el informe que se emitió". Sintetizadas, las opiniones de los franceses pueden resumirse en tres: que la escuela se preocupe más por lo que los alumnos deben saber, que la escuela también debe "educar" (no sólo enseñar) y que debe volver a ser "la Escuela de la Nación"; ahora bien, el éxito escolar no puede descansar sólo en la escuela; los padres, en particular, deben contribuir a ello.

En las jornadas de Santillana intervinieron además el catedrático de Historia Contemporánea Juan Pablo Fusi, que disertó sobre las transformaciones que han operado en el mundo tras la caída de los regímenes comunistas en 1989, y Miriam Abramovay, profesora de la Univesidad Católica de Brasilia, quien dedicó su intervención a las violencias en la escuela, la física, la simbólica o institucional y las "microviolencias". Se detuvo en la violencia institucional que, según dijo, "es la que más abunda en la escuela y que no es tan perceptible. Son pequeñas agresiones o humillaciones, amparadas por una ley del silencio". Y resaltó que también los profesores pueden sufrir este tipo de violencia.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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