_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Cumbres y promesas

Las macrorreuniones de líderes mundiales concluyen con largos y grandilocuentes comunicados cargados de promesas a plazo, que son renovadas en el siguiente encuentro y se trasladan luego a otro venidero. La XIV Cumbre Iberoamericana, celebrada en San José (Costa Rica), se ha saldado con el interesante compromiso de concretar un plan español sobre el canje de la deuda latinoamericana por programas educativos. Ojalá no quede en simples palabras.

La cumbre, a la que asistió el rey Juan Carlos, como tiene por costumbre desde la primera, celebrada en Guadalajara (1991), y debutó el jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, quedó deslucida por la ausencia de más de media docena de mandatarios del subcontinente, que optaron por marchar a Santiago de Chile para saludar a George W. Bush y participar en el Foro Económico Asia-Pacífico (APEC), en el que estaban, entre otros, el nuevo hombre fuerte de China, Hu Jintao, en plena gira de éxito por la región. Hu ha apalabrado inversiones por un monto de 100.000 millones de dólares, especialmente en Argentina, Brasil y Chile.

Sin duda, quienes convocaron ambas citas en tan escaso plazo de tiempo son merecedores de suspenso en planificación. Y aunque a la postre la de San José resultó más dañada por las ausencias, no por ello se justifican las desafortunadas palabras de Rajoy al valorar despectivamente un encuentro al que asistió el Rey. El líder de la oposición y su partido, el PP, parecen a veces estar en permanente campaña electoral.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Dicho esto, las cumbres iberoamericanas exigen mejor preparación, agendas más concretas y realistas y, quizás, tener una periodicidad cada dos años, como sucede con las de la Unión Europea-América Latina. De lo contrario, no tienen mucho sentido y continuarán languideciendo. La próxima, en Salamanca en octubre de 2005, se afirma que será de revitalización. Zapatero ha empeñado su palabra. Al menos, se han dado ya algunos pasos, aunque para ello se hayan tardado más de tres años: la creación de un secretariado permanente, con sede en Madrid, desde donde canalizar la agenda y hablar con una sola voz.

Con una sola voz pretende hacerlo también el recién reelegido presidente de EE UU frente a la amenaza del terrorismo y los dos ahora referentes de su eje del mal: Irán y Corea del Norte. En la reunión de Santiago, Bush ha vuelto a alertar del peligro nuclear iraní. Putin no ha sido muy receptivo. Pero sí, en cambio, ha tenido más éxito la propuesta de presionar a los norcoreanos para que vuelvan a la mesa de negociaciones a seis (EE UU, China, Rusia, Japón y las dos Coreas). El régimen de Pyongyang ha respondido, de momento, anunciando que va a reforzar su programa nuclear.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_