La mayoría de los médicos defienden el copago de la sanidad

Los médicos catalanes están por el copago de la sanidad. Así quedó reflejado ayer en el Congreso de la Profesión Médica de Cataluña, en el que 1.200 profesionales de los cuatro colegios provinciales se reunieron en Sitges para evaluar la situación del colectivo. Al ser preguntados por cuál sería la medida más útil para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, el 52% de los delegados eligió, entre cinco opciones, el copago entre la Seguridad Social y el paciente. Los facultativos debatirán hoy el nuevo código que obliga a evitar el sufrimiento a los "enfermos terminales".

Además, al 40% de los médicos le parece "muy bien" que los pacientes paguen una cantidad "fija y modesta" por cada visita. La mayor parte de los facultativos consideran que el copago de la sanidad podría ayudar a descongestionar las colapsadas consultas de la sanidad pública y que ello redundaría en una mejora de la calidad del servicio y en una menor presión asistencial. Pero, según se desprendió de las votaciones, no hay unanimidad.

Sobre la forma de mantener a flote el actual sistema sanitario, el 52% de los delegados -escogidos mayoritariamente por sorteo entre todos los colegiados- considera que el copago es una buena herramienta. Otro 21% cree que el Estado debe pensar en nuevos impuestos finalistas sobre el tabaco, el alcohol o las segundas residencias. Como medidas menos populares se encuentra la exclusión del catálogo de determinadas prestaciones (11%) o ampliar los presupuestos de sanidad en detrimiento de otros servicios sociales (9%).

Convencidos de que los pacientes también deben arrimar el hombro, el 40% de los delegados se mostró partidario de que los usuarios paguen una cantidad "fija y modesta" por cada visita. Otro 37% también se declaró partidario de esta medida, pero sólo cuando el paciente vaya a la consulta por decisión propia y no por recomendación de otro médico. Sólo el 17% de los asistentes al congreso se negó en rotundo a esta medida, mientras que otro 7% dijo que no tenía una opinión definida.

El resultado de la votación, que era anónima y se realizaba a través de un sistema electrónico, no sorprendió al presidente del comité organizador del congreso, Miquel Bruguera, que también es presidente del Colegio de Barcelona. Bruguera no tuvo reparos en afirmar que el actual sistema de acceso al sistema sanitario hace que el usuario crea que hay "barra libre", lo que en su opinión "es un pecado social". Muchos usuarios, agregó, " van al ambulatorio para ocupar su tiempo y para descargar sus frustraciones o preocupaciones sobre un profesional que sabe que debe escucharlos". Esta situación no puede mantenerse, opinó Bruguera, quien defendió "educar mejor a los ciudadanos para que hagan un uso racional de los recursos sanitarios".

Los delegados se pronunciaron sobre 115 preguntas, que ayudaron a hacer una radiografía de la profesión. Una vez más, los grandes problemas expresados por los médicos fueron el exceso de carga asistencial, la presión de trabajar en un entorno cada vez más hostil por el aumento de las demandas judiciales, así como la precariedad laboral que sufren. En el discurso inaugural, Bruguera no dudó en relacionar el aumento de las denuncias por errores médicos con una supuesta "pérdida de respeto de la sociedad hacia los médicos".

El congreso continuará hoy con la modificación de hasta 30 artículos del código deontológico que rige a los médicos catalanes. Entre las novedades se hallan las indicaciones que el médico debe tener en cuenta ante un paciente en fase terminal. El nuevo código obliga al médico a "evitarle el sufrimiento y la angustia", cuando el anterior texto dejaba muy claro que el tratamiento de la agonía debía hacerse "sin pretender alargarla innecesariamente ni acortarla deliberadamente".