"Nunca ha existido una vieja y una nueva Europa"
La entrada de Polonia en la UE coincidió con un momento desastroso en la política interna: una larga crisis de Gobierno y unas elecciones al Parlamento Europeo con una participación baja (21%) y una preocupante subida de grupos antieuropeos o, en algunos casos, ultraderechistas. El presidente Alexander Kwasniewski llegó a calificar a sus compatriotas de "irresponsables". Sin embargo, según el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Wlodzimierz Cimoscewicz, las aguas han vuelto a su cauce en el más grande de los 10 países que ingresaron en la UE en mayo.
Cimoscewicz, nacido en Varsovia hace 54 años y que lleva cuatro en el cargo, asegura que el apoyo a la Constitución europea en su país alcanza el 70%, el mismo porcentaje de ciudadanos que está contra de la presencia de 6.000 soldados polacos en Irak, un contingente que empezará a reducirse a partir de enero, según anunció el primer ministro, Marek Belka. El ministro de Exteriores, que visitó Madrid la semana pasada y se reunió con su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, cree que su país puede ser un puente entre Europa y la reelegida Administración de Bush.
"Polonia hará cualquier cosa para facilitar la cooperación entre los dos lados del Atlántico"
Pregunta. ¿Cuándo comenzará Polonia a retirar sus tropas de Irak? ¿Va a adelantar Varsovia la salida de su contingente, como han hecho otros países?
Respuesta. La posición del Gobierno es muy clara. Creemos que las elecciones previstas para enero producirán una nueva situación en este país, más segura, que nos permitirá pensar en empezar a reducir nuestras tropas. El plan es rebajar su número, pero continuar nuestra misión. Otras decisiones se tomarán según como evolucione la situación de seguridad en Irak.
P. Las tropas españolas en Irak estaban bajo mando polaco; ¿supuso la retirada ordenada por el Gobierno socialista un problema entre Madrid y Varsovia?
R. No hubo problemas con Madrid, pero no voy a ocultar que hubo un problema para el mando polaco de la división multinacional, sobre todo porque la decisión fue tomada muy rápidamente. Logramos controlar la situación con otros aliados y esta decisión no tuvo consecuencias dramáticas sobre el terreno.
P. La relación entre Polonia y EE UU ha sido muy buena históricamente, pero también durante los cuatro primeros años de presidencia de Bush. ¿Va a ayudar Polonia a construir una mejor relación transatlántica durante el segundo mandato de Bush?
R. Las relaciones entre Varsovia y Washington son muy buenas en el terreno económico y político. Creemos en la necesidad de una estrecha cooperación entre la UE y EE UU. A pesar de las diferencias y las controversias sobre la política medioambiental o la Corte Penal Internacional, no tenemos la menor duda de la importancia de nuestros intereses comunes en terrenos como la seguridad y la economía. Polonia hará cualquier cosa para facilitar una mejor cooperación entre los dos lados del Atlántico.
P. ¿Ha existido alguna vez una vieja y una nueva Europa?
R. Nunca ha habido una vieja y una nueva Europa. Esa expresión procedente de Washington es equivocada desde el principio.
P. En las elecciones europeas de junio hubo una baja participación en Polonia y se produjo un ascenso de partidos antieuropeos. ¿Se ha mantenido esta tendencia, están aumentando los sentimientos contra la UE después del ingreso el 1 de mayo?
R. Las elecciones al Parlamento Europeo fueron las primeras en nuestro país y creo que los votantes no estaban muy familiarizados con el papel y la importancia de la Eurocámara. Ésa fue la principal razón de la baja participación. En cuanto a los resultados, debo destacar que los comicios se celebraron en un momento en el que todavía había mucho recelo hacia Europa y en que los partidos que apoyan al Gobierno estaban perdiendo popularidad. Pero ese sentimiento antieuropeo ha ido cambiando. El más euroescéptico de esos grupos, el partido de los campesinos, ha cambiado su posición después del aumento de las ayudas de Bruselas. Y también ha ayudado el gran aumento de nuestras exportaciones agrícolas.
P. ¿Significa esto que la aprobación de la Constitución europea no será problema en Polonia?
R. Soy optimista en general sobre la aprobación de la Constitución europea en los 25 países, pero los Gobiernos tienen que mostrarse muy activos. Tienen que explicar a sus ciudadanos por qué decidieron aprobarla. En el caso polaco, más del 70% de los ciudadanos está a favor. Puede ser una sorpresa para mucha gente después de las preocupaciones que mostró nuestro país hacia algunos puntos del tratado. El asunto no son las cuestiones técnicas, sino el futuro de Europa. Si formamos parte de esta comunidad, debemos preocuparnos por el futuro común. No digo que vaya a ser fácil; pero la situación promete.
P. Pero es necesaria una participación del 50% para que el referéndum sea válido...
R. Sí, por eso estamos barajando que las elecciones presidenciales, previstas para noviembre, coincidan con la consulta sobre la Constitución.
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