_
_
_
_
Entrevista:ÁLVARO CUESTA | Secretario de política municipal y libertades del PSOE | LAS RELACIONES ESTADO-IGLESIA CATÓLICA

"Estamos como con Franco: un país con una Iglesia de Estado"

Anabel Díez

Álvaro Cuesta, de 49 años, asturiano, abogado, diputado y dirigente del PSOE desde la transición democrática, es parte de la ejecutiva de José Luis Rodríguez Zapatero desde el momento de su llegada a la secretaría general. En la actual etapa, además de su área habitual de política municipal, es responsable de libertades públicas. Desde la misma va a promover un Estatuto de Laicidad y, en él, el fin del actual sistema transitorio de financiación de la Iglesia para que ésta se financie por sus propios medios.

Pregunta. ¿Qué le mueve a dar la batalla contra ese sistema de financiación?

Respuesta. Convicciones democráticas. No es un problema contra ninguna confesión religiosa sino la reivindicación del principio de laicidad, entendido como garantía de libertades y de igualdad. Es consecuencia lógica de la separación de moral pública y moral privada. Desde 1993 presento enmiendas a los Presupuestos para terminar con el periodo transitorio de financiación de la Iglesia.

"Espero que la jerarquía católica no se confunda y no esté por lanzar santas cruzadas"
Más información
Las diócesis catalanas y vascas ignoran las firmas contra la reforma educativa

P. Ahora gobierna el PSOE y su enmienda no ha tenido éxito.

R. No ha habido un rechazo frontal sino formal, ya que en los Presupuestos se ha aprobado una disposición adicional por la que las iglesias alcanzarán la autofinanciación completa en el 2005. No me siento desairado, porque en esta ocasión las razones del Gobierno no se basan en el principio de "con la iglesia hemos topado".

P. Entonces su propuesta la asume todo el PSOE.

R. Nuestro programa electoral defiende el concepto de ciudadanía como consecuencia de la propia laicidad, y todo el PSOE, con independencia de las creencias religiosas de sus miembros, no confunde la cosa pública con las ideas religiosas. Y con este modelo de financiación hay que terminar para no perpetuar algo que provenía del franquismo.

P. ¿Qué quiere usted decir?

R. Que estamos como en el franquismo, con una Iglesia de Estado subvencionada directamente desde los Presupuestos a costa de los contribyentes, sean cuales sean sus creencias. La Constitución dice claramente que no se puede discriminar a nadie por razón de sus creencias, entre otras las religiosas. y ahora se discrimina a muchos en favor de la religión católica.

P. Usted afirma que el Gobierno tiene asumida esa revisión.

R. Queremos abrir un diálogo sereno con la Conferencia Episcopal, pero en todo caso en 2006 estarán las bases de autofinanciación de todas las confesiones. Para que no continúe la anomalía.

P. ¿Eso significa que ya no se adelantará dinero a la Iglesia?

R. En los últimos diez años la Iglesia ha recibido 240 millones de euros de más respecto a lo que le correspondía en función de las aportaciones de los contribuyentes en el IRPF que pusieron su cruz en la casilla del 0,5%. Esta anomalía se produce a costa del dinero de los católicos, no católicos, protestantes, judios, musulmantes, ateos, gentes que querrían sólo aportar a ONG...

P. ¿Usted tiene en cuenta que hay una mayoría católica, o al menos, sociológicamente es así?

R. Sí, pero eso no implica que no se respete la Constitución y el principio de neutralidad del Estado. Bien, habrá una mayoría sociológica católica pero sólo el 30% de los impositores marca el 0,5% para la Iglesia católica.

P. ¿Cuál es su modelo?

R. El modelo debe ser abierto y negociado con la Conferencia Episcopal, pero no tenemos una fórmula cerrada. Respetamos la Constitución en todos sus términos y, por tanto, la promoción de las libertades, y la religiosa es una de ellas. El Estado puede aportar su aparato para ayudar a las iglesias a su autofinanciación y puede ser a través del impuesto religioso, pero corregido, porque no es exactamente el modelo alemán. Pero no vamos a precisar más de momento.

P.Pero seguirían adelantando cantidades a la Iglesia.

R. Sí, pero sin regalar nada. Se le da lo que den los ciudadanos que quieran expresamente hacer una aportación. Si la recaudación es menor de lo que el Estado ha adelantado, entonces en el ejercicio siguiente se descuenta. Es decir, si resulta deudora, no se perdona, como ocurre ahora.

P. El PSOE ha abierto otro frente de conflicto al no hacer evaluable la asignatura de Religión.

R. Hemos sido claros en nuestro programa electoral y ya decíamos que esa asignatura no va a ser evaluable. No queremos crear ningún conflicto: se ve en el respeto a que los padres lleven a sus hijos a colegios religiosos concertados y subvencionados por el Estado. No queremos confrontación con la Iglesia.

P. ¿Hay preocupación en los católicos de su partido?

R. No hay por qué. Se puede ser ferviente católico y magnífico cristiano defendiendo la laicidad ya que, además, según muchos estudiosos, el Concilio Vaticano II separa la Iglesia del Estado. En esa línea, podríamos estudiar el cambio de denominación de la Dirección General de Asuntos Religiosos para que fuera de Laicidad y Libertades Públicas.

P. Desde esta semana habrá pastorales contra la eutanasia y podría haber más contra posibles reformas del Gobierno.

R. Una cosa es la prédica de su ideario y su labor pastoral y otra lanzar campañas de confrontación política contra un gobierno democrático. Espero que la jerarquía católica no se confunda y no esté por el lanzamiento de santas cruzadas

Álvaro Cuesta, en Madrid.
Álvaro Cuesta, en Madrid.LUIS MAGÁN

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_