_
_
_
_

Los 'marines' de EE UU inician el avance hacia Faluya y toman el hospital general

El primer ministro iraquí decreta la ley marcial durante 60 días para frenar la violencia

Varias unidades de marines estadounidenses, que cercan Faluya desde hace días, iniciaron esta madrugada el avance sobre lo que se considera la cuna de la insurgencia. Avanzaron sobre los barrios del este y el oeste, asegurando el control del principal hospital de la ciudad rebelde. Horas antes, el primer ministro interino de Irak, Ayad Alaui, había decretado el estado de emergencia en todo el país (excepto el Kurdistán) durante 60 días para, según afirmó, permitir la organización de elecciones libres, previstas para enero. Es la primera vez desde la caída de Sadam Husein que se recurre a esta medida.

Más información
Miles de misiles portátiles han desaparecido en Irak
Los chiíes buscan la unidad
El ejército estadounidense inicia el asalto a Faluya

El movimiento de las fuerzas norteamericanas se produjo tras una jornada en la que la aviación lanzó un fortísimo bombardeo sobre Faluya, el más importante en seis meses. Ya de noche, los marines y las fuerzas especiales iraquíes se desplazaron hacia los barrios del este y el oeste con el fin de asegurar los puntos estratégicos, en lo que parecía la anunciada ofensiva final sobre la ciudad rebelde. Un periodista de France Presse, que se mueve con las unidades, informó de que los soldados tomaron el hospital general sin hallar resistencia.

La declaración del estado de emergencia -que está relacionada con estas operaciones- afectará a todo Irak, excepto a las provincias kurdas -Suleimanyia, Erbil y Dohuk-, según informó el portavoz oficial del Gobierno interino, Thamer Hassan al Naquib.

Esta medida autoriza al Gobierno y a las fuerzas de seguridad iraquíes imponer el toque de queda, detener y encarcelar a aquellos sospechosos de constituir una amenaza para la seguridad y la estabilidad, disolver asociaciones, restringir los desplazamientos y efectuar escuchas telefónicas. El Ejército y la policía podrán registrar sin aviso lugares públicos y privados.

Con esta decisión, el Gobierno interino pretende devolver la seguridad en el país para que "las elecciones se desarrollen de forma pacífica", según el portavoz. La medida se justifica, añadió, por "el aumento de la violencia y de las matanzas diarias que golpean incluso a mujeres y niños". El primer ministro interino precisará hoy los pasos concretos que se tomarán en aplicación del estado de emergencia, un poder que el Gobierno interino se otorgó en julio pasado a través de la Ley de Seguridad Nacional, pero del que no había hecho uso hasta ahora. La medida podrá ser prolongada en 30 días con el acuerdo del primer ministro y de un consejo presidencial. En el caso contrario, expirará de forma automática al final de los 60 días.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La decisión de Alaui se produce mientras la violencia en Irak va en aumento, especialmente contra las fuerzas de seguridad iraquíes. Ayer, un grupo de insurgentes atacó con lanzagranadas y morteros un puesto de policía en Haditha, a unos 200 kilómetros al noroeste de Bagdad. Tras una batalla de más de 90 minutos, los asaltantes capturaron a 21 agentes y los asesinaron a sangre fría. También ayer en la misma región, el jefe de la seguridad en el oeste de Irak, Shaher al Jughaifi, murió tiroteado en otro ataque contra un puesto de policía en la ciudad de Haqlaniya.

En Bagdad, el ministro de finanzas, Adel Abdul Mahdi, salió ileso de un atentado con coche bomba en el que murieron uno de sus guardaespaldas y un policía. La explosión se produjo cerca de la casa del ministro, en el distrito de Karrada, en el centro de la capital. Mahdi es miembro del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak, uno de los dos grandes partidos chiíes.

La capital fue el escenario de otro atentado en el que perdió la vida un soldado norteamericano. En la lista de violencias destaca el hallazgo ayer de siete cadáveres de iraquíes, cuatro al sur de Kirkuk (400 kilómetros al norte de Bagdad) y otros tres en Mahmudiya, a 40 kilómetros de la capital. Estos últimos eran funcionarios locales que habían asistido a los funerales de un colega asesinado el jueves; los de Kirkuk "trabajaban para los americanos", según la policía local.

Un iraquí observa el daño causado en un vehículo policial en el ataque insurgente contra una comisaría en Haditha.
Un iraquí observa el daño causado en un vehículo policial en el ataque insurgente contra una comisaría en Haditha.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_