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El ejército estadounidense inicia el asalto a Faluya

La operación cuenta con el apoyo del Gobierno interino, dispuesto a "limpiar la ciudad de terroristas"

Tras horas de intensos bombardeos, operaciones parciales para asegurar puntos estratégicos y el posicionamiento de miles de soldados, los marines estadounidenses han iniciado esta tarde el asalto por tierra a Faluya. Pasadas las siete de la tarde, hora local, miles de soldados estadounidenses han comenzado un ataque a gran escala sobre la ciudad suní, bastión de la resistencia. La operación, probablemente la mayor desde la caída del régimen de Sadam Husein, cuenta con el respaldo del Gobierno interino, cuyo primer ministro, Ayad Alaui, ha autorizado a los militares estadounidenses a "limpiar la ciudad de terroristas". Según ha anunciado el secretario de Defensa estadounidense, la operación "será difícil y llevará tiempo".

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Cuando ya la noche había caído, tras la entrada en vigor del toque de queda, a las siete de la tarde, entre 10 y 15.000 soldados americanos, con el apoyo de 2.000 soldados iraquíes, según el Pentágono, han dado comienzo a la operación Phantom Fury (Furia Fantasma). Un batallón de tanques han iniciado su camino hacia el interior de la ciudad cubierto por fuego de ametralladoras y de artillería. La invasión ha comenzado por el norte, por el barrio de Jolan, uno de los feudos de la resistencia, donde los marines se habrían hecho con el control de la estación de trenes, según ha informado el comandante Todd Desgrosseilliers. Poco antes, y durante también, aviones estadounidenses han lanzado una última oleada de bombardeos, intensivos, para despejar el camino.

Poco después, el comandante en jefe del ejército estadounidense en Irak, el general George Casey, ha informado de que algunos insurgentes han abandonado la ciudad antes del ataque, pero que muchos otros, incluido el terrorista jordano Abu Musab Al Zarqaui, siguen en ella. Además, ha pronosticado que los rebeldes abandonarán las posiciones que han ido tomando en las afueras de la ciudad y se concentrarán en el centro, donde tendrá lugar la lucha más intensa, que puede durar días.

La ofensiva era inminente cuando, esta mañana, el primer ministro Alaui informaba de que no tenía "otra opción que tomar medidas extremas para proteger al pueblo iraquí de los asesinos y liberar a los habitantes de Faluya para que puedan regresar a sus hogares". A esas horas, la aviación estadounidense ya había machacado diversos puntos de la ciudad, preparando el terreno para los infantes. Así, se han sellado los accesos, se ha prohibido la entrada y salida de los hombre de entre 15 y 50 años, se ha logrado el control de dos puentes estratégicos y un hospital en lo que era una primera fase de la operación. Casi las mismas palabras ha utilizado más tarde Rumsfeld para justificar la ofensiva: el pueblo iraquí ha hecho progresos para liberarse del terror, pero "si Irak debe ser libre", no puede permitirse que los grupos de insurgentes mantengan "la ley de los asesinos y locos".

El propio Alaui ha sido testigo del inicio de la operación en las afueras de Faluya, a donde se ha desplazado para visitar a las tropas iraquíes que participan en el asalto. El primer ministro ha anunciado que la invasión comenzaría "en cualquier momento" después de la entrada en vigor del toque de queda, a las siete de la tarde, hora local.

Medidas de seguridad

La operación cuenta con el beneplácito del Gobierno de Alaui, que esta mañana ha explicado las razones de la luz verde. Tras decretar ayer el estado de emergencia en el país, que le permite instaurar toques de queda -cosa que ha hecho en Faluya y Ramada, el otro bastión de la resistencia- e incluso ordenar registros sin más trámite, hoy ha explicado que ha autorizado a las fuerzas americanas a "limpiar la ciudad de terroristas". En uso de las medidas de emergencia, Alaui ha cerrado durante 48 horas el aeropuerto de Bagdad y ha reforzado las fronteras con Jordania y Siria para que sólo entre material de primera necesidad. Son parte de la batería de siete medidas que ha anunciado Alaui en aras de garantizar la seguridad en todo el país.

La invasión de Faluya tiene como objeto lograr la captura los 5.000 insurgentes que EE UU considera que actúan en Faluya, entre seguidores del terrorista jordano Abu Musab Al Zarqaui y leales a Sadam Husein. Los soldados ya han comenzado a detener a nutridos grupos de rebeldes, tal y como indican las imágenes de varios medios estadounidenses. La mayoría de los arrestados han sido detenidos tras la entrada, esta mañana, de las tropas en el hospital de Faluya, un lugar que es considerado como el cuartel general de la resistencia en la ciudad. Según las tropas, sólo queda entre el 10 y el 20% de los cerca de 300.000 habitantes de Faluya en su interior.

En la imagen, soldados estadounidenses retienen a presuntos insurgentes en el hospital general de Faluya.
En la imagen, soldados estadounidenses retienen a presuntos insurgentes en el hospital general de Faluya.AP
En la imagen, soldados iraquíes entran en el hospital general de Faluya.
En la imagen, soldados iraquíes entran en el hospital general de Faluya.REUTERS

Secuestrados 35 militares de EE UU

Los rebeldes de Faluya han anunciado desde una de las mezquitas de la ciudad el secuestro de 35 soldados estadounidenses, según informa esta mañana la página web del diario italiano La Repubblica. Sin embargo, estas noticias aún no han sido contrastadas. Los medios estadounidenses guardan silencio, por el momento, sobre este asunto.

38 insurgentes abatidos

A falta de datos procedentes del Ejército de EE UU, el primer ministro iraquí ha confirmado la muerte de 38 rebeldes durante el asalto al hospital general de Faluya, esta noche.

"Todavía no sabemos cuales son sus nacionalidades... se logró capturar a cuatro, dos de ellos procedentes de Marruecos", ha detallado Iyad Alaui, que a la vez ha reprochado a los insurgentes haber convertido las mezquitas, los hospitales y otros lugares públicos en "depósitos de armas".

"Ha llegado el tiempo de que Siria actúe. No permitiremos que ni asesinos llegados del exterior, ni los seguidores de Sadam, inflijan daño al pueblo iraquí", ha dicho el primer ministro.

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