"Urge una revolución cultural en la futura sociedad de viejos"
El periodista alemán Frank Schirrmacher no duda en hablar de la necesidad de una revolución cultural en las sociedades occidentales para asumir el imparable envejecimiento de la población. "Los políticos ignoran el problema porque siempre actúan a corto plazo, pero nos quedan apenas 10 años para abordarlo y buscar soluciones", comentó Schirrmacher ayer en Madrid, adonde acudió para presentar El complot de Matusalén (Taurus).
El autor ha abordado en su libro un tema que preocupa a millones de personas, pero que se analiza muy poco, y ha logrado un auténtico éxito de ventas. Traducido a varios idiomas, entre ellos el chino y el inglés, el libro surgió del miedo de Schirrmacher a su propia situación cuando sea viejo. Nacido en 1959, el autor confiesa con cierta ironía que ahora tiene más credibilidad al no ser juez y parte del problema.
"El envejecimiento de la población", declara, "el hecho de que en muy poco tiempo vivirán en Europa occidental más ancianos que niños y jóvenes es una circunstancia sin precedentes en la historia de la humanidad. Tres razones me llevaron a escribir este ensayo. En primer lugar, las recientes convicciones científicas de que la esperanza de vida no tiene, en principio, límites. Las niñas alemanas de hoy cuentan con una esperanza de vida que, para la mitad de ellas, puede alcanzar los 100 años. En segundo término, dentro de un par de décadas, los hijos del boom de la natalidad, que a su vez han registrado una fertilidad muy baja, se jubilarán. Llegará un momento en que los nietos deberán mantener socialmente a sus padres, a sus abuelos y quizás a sus bisabuelos. Como tercer argumento, cabe señalar que la ideología que sustentaba el deterioro de la capacidad intelectual en la vejez se halla en proceso de revisión. Cada vez está más claro que el cerebro es un músculo que, si se ejercita, puede mantener las facultades mentales casi intactas hasta una edad avanzada".
El periodista, responsable del área de ciencia y cultura del Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los diarios más influyentes de Alemania, reconoce que los niños y los jóvenes son tratados "como dioses" en Europa occidental, mientras los mayores son considerados un estorbo. "Siempre se ha asociado históricamente lo joven con lo bueno y lo viejo con lo malo. Pero la gran novedad radica en que en nuestras sociedades habrá en 2015 más viejos, personas mayores de 65, que jóvenes. Se trata de una circunstancia absolutamente novedosa para el ser humano. En una palabra, la vejez se convertirá en la normalidad del futuro inmediato por el aumento de la esperanza de vida y la estabilización de los nacimientos. Por eso creo que urge una revolución cultural en la futura sociedad de viejos".
¿En qué debe consistir esa revolución? Un sonriente Schirrmacher responde que será necesario ofrecer la posibilidad de prolongar la edad de jubilación "como una elección y no como una obligación". "Los abuelos", observa este periodista y doctor en Filosofía, que estudió en Heidelberg y Cambridge, "habrán de seguir trabajando para que todo el peso de los alimentadores del sistema no recaiga sobre unos pocos jóvenes. De este modo, aliviarán la inmensa responsabilidad que recae en la gente que tiene entre 25 y 40 años, obligada a estudiar, encontrar un buen trabajo y formar una familia en esa franja de edad. Además, los avances médicos y sociales han convertido a los jubilados actuales de 65 o 70 años en personas tan válidas intelectualmente como lo era la gente de 45 años hace apenas unas décadas".
Este panorama, que se anuncia para pasado mañana en términos históricos, obligará a un mayor esfuerzo inversor por parte del Estado en pensiones y asistencia social para suplir la creciente dejación de funciones de las familias frente a sus mayores. En cualquier caso, Schirrmacher defiende la dignificación social de la vejez, la autoestima de los jubilados y la conciencia de que, superados los 65 años, se puede ser útil y disfrutar de la vida. "La triunfal historia de la longevidad no ha hecho más que empezar", advierte el periodista alemán.
Brujas
Una reciente encuesta entre niños encargada por la cadena pública de televisión alemana ZDF reveló que los pequeños estaban tan influidos por los estereotipos sociales que pensaban que las mujeres de más de 45 años no existían. "En realidad", matiza Frank Schirrmacher, "sólo imaginaban a las mujeres mayores bien como brujas o bien como madres exageradas, es decir, una caricatura. A la vista de estos resultados, ¿qué van a hacer con nosotros cuando seamos viejos?"
El autor de El complot de Matusalén se muestra partidario de aprobar leyes contra la discriminación de los mayores del mismo modo que se promulgan medidas a favor de la igualdad entre los sexos. Habla abiertamente Schirrmacher de un agravamiento de la guerra entre generaciones y argumenta que la escasez de libros sobre la ancianidad responde al miedo que todos tenemos a envejecer. "Pero la transformación ya está en marcha. Se cierran escuelas, se alargan las jornadas laborales, se reducen las pensiones y se abandonan los pueblos", afirma.
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