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Cataluña hace suya la traducción valenciana de la Constitución europea

Francesc Valls

El Gobierno tripartito catalán ha presentado ante el Ministerio de Asuntos Exteriores la misma traducción de la Constitución europea que el Ejecutivo valenciano. Con ello pretende acabar por la vía de los hechos con la polémica política que ha rodeado en la últimas semanas el reconocimiento por las instituciones europeas de las lenguas diferentes del castellano habladas en España.

La traducción se presentará hoy en Roma, donde el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, firmará la Constitución europea. El presidente español llevará bajo el brazo, además de la versión castellana, la traducción del Tratado en otras tres lenguas: euskera, gallego y valenciano, que es -de acuerdo con la definición de la Real Academia Española- una "variedad del catalán". El Ejecutivo central rehúye, de esta forma, la polémica sobre si el valenciano es o no una lengua distinta del catalán. La Constitución española se limita a afirmar que, fuera del castellano, "las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas comunidades autonómas de acuerdo con sus estatutos". Y en el Estatuto de la Comunidad Valenciana se afirma que el valenciano -sin citar vinculación alguna con el catalán- es junto al castellano idioma oficial.

"Al ceñirse la versión valenciana de la Constitución europea a las normas de Castellón [que consagran la unidad de la lengua catalana], no tenemos ningún inconveniente en utilizarla", aseguraron fuentes del Gobierno catalán.

El Ejecutivo de Pasqual Maragall decidió asumir como propia la versión valenciana después de que el Gobierno valenciano se negara en reiteradas ocasiones a presentar una traducción conjunta que se denominara catalán-valenciano o valenciano-catalán, apuntan fuentes gubernamentales catalanas, que propugnaban una solución similar a la de el neerlandés-flamenco. El conseller en cap del Gobierno catalán, Josep Bargalló, fue uno de los que abanderaron públicamente esta idea.

La traducción de la Constitución europea aceptada por la Generalitat de Cataluña contiene numerosos modismos dialectales valencianos que resultan chocantes para un catalanohablante de Barcelona o Girona. Pero no así para los de Lleida y Tarragona, pues el valenciano es una variante del catalán occidental, cuya habla se extiende desde Andorra al sur de Cataluña.

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Sobre la firma

Francesc Valls
Periodista desde los setenta en 'Mundo Diario' y 'Diario de Barcelona', aterrizó en EL PAIS en 1983, después de licenciarse en Historia y Ciencias de la Información. Trabajó en las áreas de enseñanza, religión –en épocas de San Juan Pablo II– o Quadern hasta que recaló para larga estancia en política catalana. Desde 2016, observador externo.

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