El Gobierno y las televisiones pactan crear un código contra la 'telebasura' en horario infantil

La batalla emprendida por el Gobierno contra la telebasura pasará las próximas navidades su primer examen. Para entonces deberá estar operativo el "código de corregulación", elaborado por la Administración y las televisiones sobre los contenidos destinados a los menores. "Hay una voluntad política firme de que el acuerdo se traduzca en resultados concretos", aseguró ayer la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, tras la reunión celebrada con directivos de los canales públicos y privados. Para vigilar el cumplimiento de las normas se creará una comisión en la que participarán también los usuarios.

El Gobierno citó ayer a los máximos responsables de las televisiones de cobertura estatal para expresarles su preocupación, no exenta de "una cierta alarma social", sobre los programas que se emiten en horario infantil (de 6.00 a 22.00). La vicepresidenta trasladó a los operadores la firme voluntad del Gobierno de dar "una respuesta inmediata" a "un problema grave" que se ha ido prolongando en el tiempo.

Esta reunión completaba la ronda de consultas abierta el día anterior con el Defensor del Pueblo, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y colectivos sociales. Por parte del Gobierno asistieron el ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Montilla; el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, y el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Barroso. Por el lado de los operadores estuvieron presentes la directora general de RTVE, Carmen Caffarel; el presidente de Tele 5, Alejandro Echevarría; el presidente de Antena 3, José Manuel Lara, y el director general de Sogecable, Carlos Abad.

Ambas partes coincidieron en el diagnóstico del problema y se comprometieron a buscar acuerdos encaminados a crear un código de conducta que tutele los derechos de los menores. Para poner freno a los contenidos nocivos que a diario consumen los niños, el Gobierno está decidido a hacer cumplir la ley que prohíbe la emisión de programas susceptibles de perjudicar el desarrollo físico, mental o moral de los menores en el horario protegido. Y a aplicar las sanciones correspondientes. La Ley de Televisión Sin Fronteras supedita la cuantía de las multas a la repercusión social de la infracción, el beneficio que haya reportado o la cadena o la gravedad del incumplimiento.

En un mes, TVE y las televisiones privadas tendrán como referente un "código de corregulación" (hasta ahora se había apelado a la "autorregulación") confeccionado por un grupo de trabajo compuesto por representantes de la Administración y de las empresas audiovisuales involucradas. Este documento establecerá "criterios y pautas" que serán de obligado cumplimiento. Fijará las "líneas rojas" que no deberán cruzar las cadenas, aunque éstas podrán determinar sus propias normas siempre y cuando superen los mínimos previstos en el citado código. El Ejecutivo se ha inspirado en el modelo italiano, que limita de manera muy estricta los contenidos perjudiciales para los menores.

Fernández de la Vega insistió en que esta fórmula no pretende convertir al Gobierno en programador -"no es nuestra misión ni está entre nuestros objetivos"- ni en censor, ya que las empresas audiovisuales seguirán teniendo plena libertad para diseñar sus parrillas. Asimismo, estableció una clara diferencia entre los espacios destinados al público adulto y aquellos que se emiten en horario infantil y dijo que si bien nadie puede inmiscuirse en lo que ven los espectadores adultos, en las franjas protegidas hay "miles de niños indefensos" ante el televisor.

Asociaciones de telespectadores y entidades en defensa de la infancia acogieron con satisfacción las medidas con la telebasura. La Asociación de Usuarios de la Comunicación advirtió de que si la Administración no obliga a cumplir las leyes ya existentes, el código deontológico será "papel mojado", y reclamó la participación de las organizaciones ciudadanas a la hora de aportar criterios. Esta entidad ha denunciado ante el Ministerio de Industria a Antena 3 y Tele 5 por emitir contenidos inadecuados para el público infantil y juvenil en horario protegido.