Las mentiras de la campaña
Los expertos señalan que las propuestas económicas de los candidatos son insostenibles
"Los números no cuadran". Es una afirmación que hacen economistas en Wall Street y en diversos centros de estudios en EE UU después de analizar las propuestas de los candidatos a las presidenciales, que prometen reducir a la mitad en cinco años los 413.000 millones de déficit federal. Las cuentas independientes advierten de que tanto con George W. Bush como con John Kerry se agravará aún más el abultado agujero que sufren las finanzas públicas. En los discursos de campaña vale casi todo y los políticos recurren a la retórica para ahondar en la ilusión de los electores, lanzando al aire todo tipo de promesas para hacerse con el voto de los indecisos. Lo hacen incluso cuando esas palabras pueden ser contrastadas fácilmente con números. La última encuesta del Pew Research Center muestra que el ciudadano corriente no se muestra preocupado por la continua degradación de las finanzas del Estado, hasta el punto de que no aparece entre los 10 grandes problemas a los que se enfrenta el país.
Cuando George W. Bush se puso al frente de la Casa Blanca en 2000, heredó un superávit presupuestario de 236.000 millones de dólares. Su antecesor, Bill Clinton, había logrado sacar las cuentas públicas de un déficit heredado de George Bush padre valorado en 255.000 millones. Su hijo se presenta ahora a la reelección con un agujero todavía más grande, pero echa la culpa a la crisis económica, los atentados del 11-S y la guerra contra el terror. Ahora, Bush ha convertido el tema de la reducción del déficit en uno de los puntos centrales de su programa.
Pero para reducir el agujero a la mitad de aquí a 2009, como prometen el presidente y su contrincante, "el presupuesto necesitaría de una apática combinación de incrementos de impuestos y recortes del gasto", señala el Economic Policy Institute. Los cálculos de Condord Coalition muestran que las propuestas de Kerry sumarán 1,27 billones de dólares al déficit acumulado de 2,3 billones previsto para 2014. En el caso de Bush, ese incremento adicional sería incluso superior, con 1,32 billones de dólares.
El American Enterprise Institute (AEI), tras analizar las proyecciones de gasto del programa de Kerry, afirma que se trata de un "extraño ejercicio de matemáticas". "Incluso con un cálculo generoso", señala, "sus promesas llevan detrás una cantidad extraordinaria de dinero". El instituto dice que las iniciativas del demócrata conllevarán un incremento adicional del déficit del orden de los 2,2 billones. ¿En qué se gastaría Kerry ese dinero? El AEI explica que casi la mitad -900.000 millones de dólares- se destinarían a financiar sus propuestas para ampliar la cobertura sanitaria. El gasto en educación representaría una cuarta parte -500.000 millones- y el resto se destinaría a la ampliación del personal militar y otros programas sociales.
El problema, señala Concord Coalition, es que ninguno de los candidatos se fija en lo que se avecina en 2008, cuando se produzca la primera ola de jubilaciones de la generación del baby-boom. La presión sobre los programas públicos, como la Seguridad Social y el Medicare (asistencia sanitaria a los mayores), será entonces enorme.
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