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Reportaje:

Una inesperada oferta de Edesur

La filial argentina de Endesa lanza al mercado obligaciones por valor de 32 millones de euros

Alejandro Rebossio

Tener dinero y no saber dónde invertirlo es un problema. Eso les sucede a los inversores institucionales de Argentina. De ahí el interés que ha despertado la colocación de obligaciones negociables de Edesur, la distribuidora eléctrica de Buenos Aires, que pertenece a Endesa, por 120 millones de pesos (32 millones de euros). Es la segunda compañía de servicios públicos que recurre al mercado de capitales local desde que el país suramericano suspendió pagos, en diciembre de 2001.

La demora en la reestructuración de la deuda pública y la negociación de contratos y tarifas dificultan el regreso al mercado local de deuda

La última crisis de Argentina, una de las más profundas de su historia, condujo al corralito financiero, la devaluación y la moratoria de numerosas empresas, muchas afectadas por la congelación de las tarifas de servicios públicos en enero de 2002. La economía se recuperó un 9% el año pasado y el Gobierno de Néstor Kirchner espera que crezca un 7% en 2004, pero el acceso al crédito sigue siendo un desafío.

La reestructuración de la deuda pública, que debería definirse entre noviembre y diciembre próximos, y la negociación de los contratos, las tarifas y el marco regulador de los servicios públicos dilatan el regreso al financiamiento y la inversión extranjera, según el analista Roberto Drimer, de Argentine Research.

Edesur no se benefició de ninguno de los dos aumentos de tarifas eléctricas que se produjeron este año para recomponer los deficitarios números del negocio de generación, del que Endesa controla el 20%. Tampoco terminó de negociar su contrato y está preocupada, al igual que las otras privatizadas, por el proyecto de marco regulador que el Gobierno ha diseñado y que responde más al interés de los usuarios y aumenta la capacidad de intervención del Estado.

Sin embargo, la distribuidora del sur de la capital argentina ha colocado con éxito un bono por 40 millones de pesos (10,7 millones de euros), con un plazo de un año y medio y un tipo fijo del 8,75%, y otro de 80 millones de pesos (21,3 millones de euros), con un plazo de tres años y un interés variable. La emisión sorprendió en el mercado argentino de capitales por la extensión del título de 80 millones -desde 2002 ninguna emisión había superado los 12 meses- y porque las letras del Banco Central a un año de plazo y ajustables por inflación (6,5% prevista para 2004) ofrecen una renta del 0% o incluso negativa.

Telefónica había sido la primera empresa de servicios públicos en tomar crédito en el mercado local, al emitir obligaciones negociables por 150 millones de pesos (40 millones de euros) en abril pasado, pero con un plazo de un año. Esta compañía cuenta con la ventaja de que algunos de sus negocios, como la telefonía móvil, están desregulados.

Edesur, de cualquier modo, también pudo volver a los mercados después de siete años de ausencia. Al igual que Telefónica, es una de las pocas grandes operadoras de servicios públicos que evitó la suspensión de pagos con una reestructuración ordenada de su deuda en divisas, mientras los ingresos continuaron en pesos devaluados. Edesur negoció con los bancos acreedores y en la actualidad les debe 116 millones de euros. Además, afronta una deuda comercial de 32 millones.

El 60% de los recursos que obtuvo con las obligaciones sirvió para prolongar los plazos de su pasivo de 17 a 21 meses de media, elevar la composición de la deuda en pesos (del 18% al 41% del total) y reducir la denominada en dólares (del 82% al 59%). Lo restante se destinará a las inversiones por 40 millones de euros comprometidas para este año. Constituyen parte de un programa de 477 millones que Endesa destinará a la distribución y la generación.

Edesur recibió ofertas por 142 millones de pesos, más de lo previsto. Las gestoras de fondos de pensión -que acaban de aceptar el canje de deuda de Argentina- se quedaron con el 29% de lo emitido, las compañías de seguros -que están negociando la reestructuración de sus bonos públicos- suscribieron el 50% y los bancos, el 21%. "Edesur tiene un mercado asegurado y flujo de caja interesante. En el mercado financiero hay mucha liquidez, tipos incluso negativos y avidez por instrumentos de inversión", describe Drimer. Se esperaba que las empresas argentinas regresaran antes a los mercados, pero influyeron las prolongadas negociaciones del Gobierno con los acreedores y los servicios públicos. Entre las pocas compañías que ya habían emitido figuran el Banco Hipotecario y Pan American Energy (controlada por la británica BP). La mayoría de las empresas de servicios públicos ni siquiera han podido salir de la suspensión de pagos, con excepción de Telecom Argentina (propiedad de Telecom Italia y el grupo Werthein) y Autopistas del Sol (en manos de Abertis). La opción de regresar a los mercados internacionales de deuda aún parece una utopía.

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