"Ni Macondo ni McOndo"
Más allá de su bibliografía, un dato da el perfil rupturista de Diamela Eltit, el hecho de que fundara un Colectivo de Acciones de Arte (CADA) junto al poeta Raúl Zurita y a la artista Lotty Rosenfeld.
1. Los efectos múltiples de la devastadora dictadura militar han constituido, con mayor o menor intensidad, un campo temático y un horizonte de sentido en la literatura chilena. Pero, por otra parte, la solidificación y expansión del modelo neoliberal y su imperativo comercial, en estos años de transición a la democracia, han convertido a las editoriales en ultraempresas que se han volcado a la promoción y celebración del libro-mercado. Este fenómeno de carácter internacional se hace más agudo en Chile, donde los espacios culturales son restringidos y generan una zona ambigua y contaminante que termina por inestabilizar y marginalizar el hacer literario. El libro comercial se funda en la inmediatez protectora de su mera consumación. Pero la literatura como gesto crítico, problematiza, y eso contraría las reglas de mercado.
2. No lo sé. Prefiero no generalizar. A nivel personal considero que El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso, constituye un hito por el modo en que trabajó literariamente las relaciones de poder, la caída de la utopía, la subjetivación de cuerpos y sexualidades, siempre desde de un poderoso, inteligente y audaz trabajo textual.
3. Aunque me parece ingeniosa y hasta provocativa la fórmula Mac-Mc, pienso que contribuye a perpetuar binarismos. El espectro literario es móvil, complejo, abigarrado de signos de diversas proveniencias. La literatura no se puede pensar sólo en términos de trincheras, oposiciones o sanciones, más bien habría que atisbar un campo plural de sentidos siempre en ebullición, tenso. Un amplio territorio cultural que persigue una política de la letra, mediante el trabajo fino y prolijo con el sentido e incluso con el sinsentido.
Diamela Eltit (Santiago de Chile, 1949) es autora de las novelas Lumpérica y Los trabajadores de la muerte (Seix Barral).
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