"Destaca la calidad de los poetas"
Considerado un maestro por muchos de sus contemporáneos, Germán Marín publicó su primera novela en 1973, el año del golpe de Pinochet. Después vino el exilio y un silencio editorial que se rompería en 1994 con Círculo vicioso (Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, de Chile). Cuentista y crítico, trabaja también como editor en Random House Mondadori de Chile.
1. A treinta años de la dictadura que se impusiera en Chile, no ha habido hasta hoy entre nosotros un corpus literario que exprese directamente, guiado por la Historia, aquel estado de cosas que envolviera al país, semejante a lo ocurrido en España tras la muerte de Franco. Se podría decir que ha habido reflejos, intentos o logros hechos en la poesía y en la prosa, pero desde tesituras particulares que, al fin y al cabo, son los fragmentos con que se arma la visión de una realidad. Al respecto podría señalar a vuelo de pájaro los cuentos de Jaime Collyer, las crónicas de Rafael Gumucio y de Pedro Lemebel, los poemas de Óscar Hahn, las novelas de Roberto Bolaño, los ensayos de Alfredo Jocelyn-Holt y las páginas de otros escritores.
2. Nicanor Parra, Enrique Lihn y José Donoso.
PREGUNTA. Usted es también editor, ¿qué es lo mejor y lo peor del actual panorama editorial chileno?
RESPUESTA. En mi calidad de editor independiente en Random House Mondadori de Chile he tenido la posibilidad, la mayoría de las veces, de publicar a aquellos autores nacionales o extranjeros que, como lector, considero sobresalientes tales como, por ejemplo, Machado de Assis, Colette, Lyton Strachey, J. M. Arguedas, Cocteau y chilenos como Mauricio Wacquez, Joaquín Edwards Bello, Jorge Teillier, Carla Cordua, Armando Uribe y, pronto a ser editados, Claudia Donoso, sobrina del novelista, y Enrique Lihn, con sus cuentos. Respecto a otras producciones editoriales, prefiero guardar un discreto silencio, si bien no puedo menos que elogiar la calidad literaria de ciertos libros de poesía impresos por sus autores, la mayoría jóvenes.
Germán Marín (Santiago de Chile, 1934) es autor de Fuegos artificiales (1973), Círculo vicioso, (1994) y Carne de perro (2002).
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