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Un congreso ratifica la importante influencia de Roberto Bolaño en toda una generación

El encuentro coincide con la aparición de '2666', la novela póstuma del escritor chileno

Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953) murió el 15 de agosto de 2003. Unos 20 días antes, entre el 25 y el 28 de junio, el I Encuentro de Autores Latinoamericanos, celebrado en Sevilla, en el que participó, le saludó como al escritor más influyente en toda una generación. Un simposio internacional, iniciado ayer en Barcelona, lo certifica. El encuentro coincide con la aparición de su novela póstuma, 2666 (Anagrama), calificada de obra maestra. Tiene 1.119 páginas, reúne cinco novelas tan perfectamente engarzadas que son cinco partes y mezcla diversos géneros.

El congreso, organizado por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, el Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana (ICCI) y la revista Lateral, constata que Roberto Bolaño es la revelación más importante de la literatura hispánica de los últimos años. Intervinieron ayer Mihály Dés, director de Lateral; el escritor chileno Roberto Brodsky, gran amigo de Bolaño; y el crítico Ignacio Echevarría, editor del texto, entre otros. El encuentro finalizará mañana.

"La trayectoria literaria de Roberto Bolaño fue extraña y desproporcionada. No empieza a ser conocido como escritor hasta los 43 años. En los siguientes siete publicó frenéticamente. No fue posible digerir toda esa obra. A su edad, otros escritores ya generan estudios, pero con él no dio tiempo. Esperamos que estas jornadas sean el inicio de futuros trabajos sobre el escritor", afirmó Dés.

"Chile es el país pobre mejor vestido del planeta. De ahí, proviene Bolaño, un niño absurdamente feliz y poco más que eso", añadió Brodsky. "El unánime reconocimiento posterior de su obra tapa una larga travesía por el desierto". Brodsky reivindicó la novela Monsieur Pain como una de las mejores obras de Bolaño, a pesar de no ser la más conocida.

Bolaño, que llegó a Barcelona en 1977 y que se se instaló en Blanes (Girona) en 1984, empezó a ser reconocido a partir de La literatura nazi en América (1996) y, sobre todo, con Los detectives salvajes (1998), aunque antes había publicado libros como La pista de hielo, Saxo tenor, Los perros románticos o Estrella distante.

Echevarría recordó ayer que el autor escribió 2666 cuando ya estaba gravemente enfermo y en competencia con la muerte. "Escribía incluso de madrugada para acabar una obra monumental, con angustia y temor por la posibilidad de no terminarla".

Era la novela de su vida. Bolaño murió a consecuencia de una dolencia hepática degenerativa, diagnosticada en 1992 y que no antendió debidamente. Cuando falleció estaba a la espera de un trasplante de hígado. Sabía de su muerte inminente. El 30 de junio entregó por sorpresa a Jorge Herralde, su editor, El gaucho insufrible, un libro de relatos, que se publicó hace un año. Y dejó muy claro lo que quería que se hiciera con 2666.

"Ante la posibilidad de una muerte próxima, Roberto dejó instrucciones de que su novela 2666 se publicara dividida en cinco libros que corresponden a las cinco partes de la novela, especificando el orden y periodicidad de las publicaciones (una por año) e incluso el precio a negociar con el editor", se explica en una nota de los herederos del escritor que encabeza el libro. Con esta decisión, "creía dejar solventado el futuro económico de sus hijos".

Después de su muerte, la familia, de acuerdo con los editores, decidió que las cinco partes se publicaran de manera conjunta para respetar su valor literario, como hubiera sido, en realidad, el deseo de Bolaño. Afortunadamente, añaden los críticos que han calificado la novela de obra maestra.

Cuatro profesores de literatura, Jean-Claude Pelletier, Piero Morini, Manuel Espinoza y Liz Norton comparten entusiasmo por la obra de un escritor alemán, Beno von Archimbolid, cuyo paradero se ignora. Esta fascinación les lleva a Santa Teresa (Ciudad Juárez en la realidad), una ciudad mexicana en la frontera con Estados Unidos. Así arranca esta novela impresionante.

Babelia, por su parte, dedica su número del próximo sábado al resurgimiento de la literatura chilena visto por 11 escritores de dicho país.

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