Harto
Soy un empresario de hostelería de Madrid, harto del acoso al que nos tiene sometidos a los de nuestro gremio el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid.
Este acoso es soportable hasta cierto punto. Pero no cuando te das cuenta de que los agentes de la Policía Municipal acuden con más rapidez cuando se trata de realizar una inspección "rutinaria" para revisar la documentación del local (operación que en mi caso han repetido sólo en este año en cinco ocasiones) o porque a algún vecino le molesta el bullicio de la gente al salir del local,que cuando hay vehículos, no ya mal aparcados, sino estacionados en medio de la calzada, impidiendo los giros y los accesos a los garajes y en las aceras. Éste es el caso de este domingo en el paseo de la Esperanza y en el paseo de Vallejo-Nágera.
Lo peor es que, tras llamar al 092 y decirme que enviaban una patrulla, todo seguía igual, y eso que en una hora vi pasar tres vehículos de la Policía Municipal. Ninguno de ellos llegó a parar, y eso que el número de vehículos mal estacionados (conté cerca de doscientos) era suficiente para conseguir unos pingües beneficios para las arcas municipales. Si los agentes o, mejor dicho, los políticos que les dan las directrices de su trabajo, cambiasen sus objetivos, aparte de un aumento en los ingresos, podrían concienciarnos a los conductores para utilizar el transporte público y mejorar la calidad de vida de los madrileños.
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