La fotografía solidaria y los dibujos de Ana Juan colorean la literatura infantil

"A los niños no hay que hablarles de un modo especial", asegura la dibujante Ana Juan (Valencia, 1961). Dos nuevos títulos de la editorial Alfaguara -Déjate contar un cuento y Comenoches- y una reedición, en este mismo sello, de Tranquila trabalenguas y otros cuentos, de Michael Ende, parecen darle la razón.

Déjate contar un cuento parte de una iniciativa con fines humanitarios -la ONG Médicos Sin Fronteras colabora en la edición y recibirá un euro por cada ejemplar vendido-. Cuentos que cantan verdades. Ésta es la idea que inspiró este libro que trae al primer plano historias cercanas a la realidad, a las crisis humanitarias y a los más desfavorecidos.

Déjate contar un cuento está escrito por la doctora de Médicos Sin Fronteras Paula Farias, ilustrado con fotografías de Juan Carlos Tomasi y Petros Kokkinos, prologado por el premio Nobel José Saramago. A partir de fotografías de escenarios que distan mucho de convertirse en lugares de ensueño y en los que, sin embargo, hay espacio para la imaginación y el cambio de perspectiva, Farias escribe pequeños cuentos, anotaciones en las que suplanta la voz de los retratados. Kosovo, Nigeria, Afganistán, Liberia o Palestina son algunos de los países captados en las imágenes que inspiran los textos.

Ana Juan creció fascinada con una edición que atesoraba su padre -"antigua y sin censura"- de Las mil y una noches y en su primer libro infantil como escritora ha recuperado algo de esta vena noctámbula. Comenoches -editado originalmente en inglés por Scholastic- es el título con el que esta ilustradora de la revista The New Yorker se ha lanzado con las letras además de los pinceles. Una historia sencilla para explicar el paso de los días y las noches, llena de color, en la que Comenoches persigue a la Luna devorando la noche y sus sabores.

Premiada por la American Library Association por Frida, -su primera incursión como ilustradora infantil-, Ana Juan sigue compaginando su trabajo como dibujante y viñetista en varias publicaciones con su labor como ilustradora de cuentos ajenos. Tranquila trabalenguas y otros cuentos, de Michael Ende, el segundo título que ha presentado recientemente, es una prueba de ello. "Trabajar sobre los textos de otro autor es algo completamente distinto. Cuando escribes tú mismo la historia todo ocurre a la vez, vas imaginando la historia y los dibujos al tiempo, piensas en imagen".