Isabel Coixet cuenta sus pasiones y manías en el libro 'La vida es un guión'
La cineasta Isabel Coixet (Barcelona, 1962) tiene un respeto enorme por la literatura, hasta el punto de que ayer se sentía "bajo el síndrome del impostor" al presentar La vida es un guión (El Aleph) en Madrid, un libro en el que da cuenta de sus pasiones, sus manías, sus fobias, sus recuerdos de infancia o de historias de cine. La idea partió de los editores de Ara Llibres, y la directora de Mi vida sin mí lo presentó primero en catalán el pasado abril. "Ellos me convencieron al decirme que los beneficios se destinarían a una asociación de mujeres: Tamaia", contó Coixet, quien a principios de este mes se estrenó como directora de teatro en 84 Charing Cross Road.
"Éste es un libro cajón de sastre en el que he recopilado cosas escritas hace tiempo", dijo la autora al describir La vida es un guión. "No intento teorizar, tener un peso específico, sino hablar de mis dos abuelas, que estuvieron en distintos bandos durante la Guerra Civil, pero que tuvieron experiencias muy parecidas; o sobre un síndrome que comparto con mucha gente, el de los domingos por la tarde, que es el peor momento de la semana", continuó la realizadora de A los que aman y Cosas que nunca te dije.
Coixet ha titulado La vida es un guión como una clase que impartió a un grupo de alumnos de cine: "Preferí este título a La vida es una película porque los guiones se escriben antes de rodar un filme y este proceso de escritura es el único que me hace medianamente feliz. En ese momento todavía la realidad no se impone". La realizadora, que acaba de recibir el Premio Nacional de Cine de la Generalitat, comenzó a escribir hace 20 años reportajes y entrevistas para la revista Fotogramas y ahora publica cada domingo una columna, Un hermoso infierno, en El Periódico de Catalunya. "Ahora tengo una disciplina escribiendo que antes no tenía. Cada lunes me siento a escribir los dos folios de la columna", explica satisfecha, pero sorprendida del "correo de odio" que se establece con algunos lectores detractores del artículo.
Rodaje en noviembre
Año y medio después del estreno de Mi vida sin mí, Coixet se sentará dentro de tres semanas de nuevo en la silla de director para rodar La vida secreta de las palabras en un plató de Madrid y en exteriores de Belfast (Irlanda del Norte). "Hace años estuve en una plataforma petrolífera en Chile rodando un anuncio y pensé que tenía que escribir algo que pasase allí, en ese lugar en el que los trabajadores, que son como mercenarios, pasan 20 días aislados", relató.
"Las plataformas son torres de Babel. En la que estuve había gente de Europa del Este, Malta, Estados Unidos, Inglaterra...", prosiguió la realizadora, "y en mi película hay un checo, un alemán, un español, una canadiense...". Repite idioma, inglés, y protagonista, su amiga Sarah Polley. Entre los secundarios, Javier Cámara, Vanessa Redgrave y el plato fuerte, el actor estadounidense Tim Robbins, que, tras ver Mi vida sin mí, no se le resistió a Coixet.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.