_
_
_
_
Tribuna:AULA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Educación y cultura digitales: retos y contradicciones

Nadie duda hoy día de la necesidad de proporcionar a todos los jóvenes una formación que les permita integrar en sus hábitos el uso del ordenador y de las comunicaciones a través de la red, así como profundizar en ello en función de sus aptitudes e intereses. Sin embargo, pese a que el número de ordenadores y los servicios digitalizados de comunicaciones a disposición de nuestros estudiantes son superiores a la media europea, la formación digital que les damos no satisface las condiciones mínimas exigibles. Son muchos los estudiantes españoles que, dependiendo de la comunidad donde vivan, del centro donde estudien y de su entorno familiar, resultan perjudicados en sus posibilidades laborales y no son capaces de acceder a una gran diversidad de fuentes de información de valor indudable. Esta situación, que de prolongarse será cada vez más grave, supone una limitación importante de la capacidad futura de innovación de nuestra sociedad, incrementa sus perspectivas de desigualdad y puede llegar a suponer un freno para el progreso del país ante la existencia de otros que planifiquen mejor la formación de sus jóvenes en estas materias.

El llamado Informe Soto, de abril de 2003, sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en España (cdsi.red.es), elaborado por una comisión de expertos a iniciativa del Gobierno, pone un énfasis especial en la importancia de la formación en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y señala la existencia de carencias significativas en el ámbito educativo, que atribuye al uso que se hace de las infraestructuras y conectividad a Internet disponibles en los centros. El informe recomienda un gran acuerdo para el desarrollo de la Sociedad de la Información entre administraciones públicas y agentes sociales (partidos políticos, sindicatos, patronales, etc.), que incluya el ámbito educativo. También recomienda la realización de un esfuerzo especial en la formación de todo el profesorado en las TIC y la creación de un grupo de expertos que periódicamente sirva de elemento crítico, asesorando al ministerio sobre el desarrollo de los planes que se pongan en marcha. Una composición multidisciplinar de este grupo, incluyendo a expertos procedentes de los ámbitos docente, de gestión, y de la tecnología educativa tanto en sus aspectos más puramente tecnológicos como en los más próximos a la pedagogía, será sin duda un factor muy positivo para asegurar el éxito de sus trabajos.

A partir del Informe Soto, el Gobierno anterior puso en marcha la iniciativa españa.es, que incluye el programa educacion.es, con la previsión de dotar a todas las aulas de enseñanza secundaria con un ordenador, un videoproyector y conexión a Internet, y a los profesores, con un ordenador portátil, con una inversión de 241 millones de euros entre 2004 y 2005. Esta decisión es positiva para incentivar el uso del ordenador en la enseñanza, aunque su incidencia en la formación de los alumnos en el uso de las TIC se limita al posible fomento de su uso para la presentación de sus trabajos en el aula. Tras diversas dificultades en el año 2003 en la firma de acuerdos necesarios con las autonomías, en este año se prevé ejecutar únicamente un proyecto piloto reducido, quedando para el año siguiente la ejecución del programa completo.

Las acciones que se lleven a cabo en el ámbito educativo a partir del acuerdo para el desarrollo de la Sociedad de la Información deberán centrarse en los planes de estudios de las asignaturas con contenidos de TIC y en la integración de estas tecnologías en el estudio de otras materias. Ambos terrenos presentan deficiencias que no resultan fáciles de superar. Por lo que respecta al uso de las TIC en la enseñanza y el aprendizaje de otras asignaturas, es ésta una cuestión extremadamente compleja, que involucra la disponibilidad de infraestructuras (ordenadores y comunicaciones suficientemente rápidas), la existencia de recursos educativos apropiados y una formación y mentalidad adecuadas de un profesorado muy diverso que por deficiencias en su formación no tiene claro cómo utilizar las TIC. Sin embargo, en este terreno está la clave para la consecución a medio plazo de un sistema educativo avanzado en la formación en las mismas. Tanto el Ministerio de Educación y Ciencia, a través del Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa, como las autonomías, han hecho un esfuerzo considerable en esta dirección, con enfoques distintos y resultados encomiables, pero todavía modestos en la mayor parte de los casos. Así, Extremadura ha hecho una gran inversión en infraestructuras, otras comunidades como Cataluña han hecho un esfuerzo mayor en la disponibilidad de recursos educativos en la red y otras, como Asturias, han dado prioridad a la formación del profesorado en las TIC y en su uso en la enseñanza. Se echa en falta, sin embargo, una política continuada y con unos objetivos claros que coordine las actuaciones de las comunidades en este ámbito, acordando unas pautas mínimas o incentivándolas a ello mediante la cofinanciación de determinado tipo de programas u otras medidas semejantes, incluyendo un plan integral de formación del profesorado. También se echa en falta la elaboración de criterios claros y objetivos del grado de éxito en la promoción del uso de las TIC en la enseñanza, y la elaboración de estudios fiables en relación con los mismos.

En cuanto a los programas de estudios, las TIC aparecen de forma fragmentada en los programas de tres asignaturas obligatorias de Tecnología dentro de la ESO, en las que ocupan una parte relativamente reducida del programa, y en otras dos asignaturas en las que tienen mayor entidad, aunque no son obligatorias (una de 4º de la ESO y otra específica de TIC en el bachillerato científico-tecnológico). Este fraccionamiento de los contenidos dificulta su asimilación y hace que se produzcan repeticiones innecesarias en todos los cursos y que los estudiantes perciban las TIC como una materia secundaria. Desgraciadamente, además, no hay un control suficiente de la formación de los profesores, como tampoco lo hay del número de horas de prácticas en el laboratorio; y, por si esto fuera poco, la calidad de la parte de los libros de texto dedicada a las TIC con frecuencia deja mucho que desear.

Parece necesaria, pues, una reestructuración de las asignaturas relacionadas con las TIC, unificando en dos asignaturas dedicadas exclusivamente a ellas, una obligatoria y otra optativa, las cuatro partes de asignaturas que se imparten actualmente en secundaria. Junto a esta reestructuración es preciso adoptar medidas que aseguren una preparación adecuada del profesorado, la disponibilidad y uso de laboratorios de informática y la utilización de unos libros de texto y recursos informáticos de calidad.

En resumen, como propone el Informe Soto, es urgente la elaboración de un plan de actuaciones, impulsado por el Gobierno, que permita cambiar el paso para avanzar de forma clara en el desarrollo de la Sociedad de la Información, incluyendo como piedra angular la enseñanza de las TIC. Es éste un reto que, pese a las contradicciones de nuestro sistema educativo, o precisamente por la importancia de superarlas, conviene atacar con la mayor decisión y urgencia posibles. Este momento, en que se está reflexionando sobre tantos otros aspectos de nuestro sistema educativo, es una gran oportunidad para avanzar en esta dirección.

Roberto Moriyón es catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Informática Educativa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_