Las mujeres se encargan de cuidar a los ancianos en 1,1 millones de hogares
Un estudio del Imserso calcula que el 22% de las personas de más de 65 años viven solas
En España hay 7.276.000 mayores (de 65 años), y casi uno de cada cuatro vive solo; entre los que no tienen compañía, el 15%, además, muestra algún grado de dependencia; algunos acaban muriendo en soledad. Pero otras veces se les atiende en casa. 1,6 millones de hogares tienen un mayor dependiente que recibe ayuda, en el 86% de los casos, de la familia; cuando esto es así son las mujeres (en un 83% de los casos, es decir, 1.142.000 hogares) las que cuidan a los abuelos. La relación que se establece en estas situaciones no siempre es fácil y los problemas afectan tanto al mayor como a la persona que lo cuida.
España es un país donde los abuelos han recibido tradicionalmente los cuidados de sus hijas cuando ya no podían valerse por sí mismos. No era difícil, la mujer desempeñaba entonces el mismo papel que le habían asignado con el resto de la familia: cuidar de que toda la casa estuviera bien atendida. Esa situación ha ido cambiando con la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, fuera del hogar, y con estos cambios, se presentan los problemas. ¿Quién cuida ahora de los niños, de la casa, de los ancianos? ¿Están preparadas las mujeres para prestar una atención satisfactoria a los mayores? ¿Hasta qué edad pueden ofrecer su ayuda? ¿Con qué apoyos cuentan?
En los 10 últimos años la media de edad de las cuidadoras se ha incrementado un año, hasta rozar los 53, y el informe elaborado por el Imserso (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales) destaca que en el 47% de los casos las mujeres (las hijas) son las únicas de la casa que se ocupan del mayor. No es de extrañar, entonces, que el 62% de las cuidadoras afirme que se encuentra con problemas profesionales y económicos (un 26% no puede plantearse trabajar fuera de casa y un 11,7% ha tenido que abandonar su empleo; a un 7% esta dedicación les ha ocasionado problemas con su pareja). En esta situación, las vacaciones son casi una quimera: el 38% no puede disfrutar de estos periodos de ocio. En un 70% de los casos la cuidadora y la persona atendida viven juntos.
Sin embargo, en una década las cuidadoras que además trabajan fuera de casa han aumentado cuatro puntos, alcanzando el 26%. Quizá esta situación de pluriempleo contribuya a ese 33% de mujeres con mayores a su cargo que se declaran cansadas. Más de la mitad afirma tener problemas de salud y afirman tener un padecimiento crónico el 45% de los cuidadores, seis puntos más arriba que en 1994.
De diez años acá también son más las personas ya jubiladas que tienen dependientes bajo su protección. No es difícil encontrar a mujeres mayores que han pasado de cuidar a sus padres ancianos a hacerse cargo de sus nietos. Y hay quienes compatibilizan ambas tareas. En estas ocasiones se confunde el que ayuda con el que necesita ayuda. El 60% de los mayores afirma haber cuidado (antes o ahora) a los nietos. Los mayores colaboran en otras ocasiones haciendo compras y otras gestiones, preparando comida para la casa, cosiendo o cuidando de otros adultos.
Las familias, siempre según el Ministerio de Asuntos Sociales, reclaman una mayor colaboración de las Administraciones, fundamentalmente el servicio de ayuda a domicilio frente al apoyo económico que demandaban diez años atrás. En la actualidad el 14% de los ancianos que reciben ayuda en casa está al cargo de un empleado doméstico. La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce, reconoce que la ayuda que proporciona la administración a las personas con dependientes a su cargo es "claramente insuficiente" y está condicionada por la renta de la familia y el lugar de residencia de los mayores. Por eso, muchas cuidadoras no pueden acceder a estas ayudas económicas "pero tampoco pagarse un servicio privado".
Valcarce manifestó el 1 de octubre pasado, Día Mundial de las Personas Mayores, la voluntad de su departamento de acercar la situación española a los niveles de atención que reciben los mayores en los países europeos. Aunque la situación de la tercera edad tampoco es idílica allí: un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de este año afirma que los ancianos europeos que afrontan sus últimos días no reciben los cuidados paliativos adecuados y mueren "con dolor y sufrimiento innecesarios". La OMS muestra también su preocupación por la escasez de profesionales preparados para atender a este colectivo. La falta de atención, dicen, impide que la mayoría muera en su casa, como es su deseo.
En España, la secretaria de Estado se muestra satisfecha por los cambios que han ido operando entre los jubilados españoles, que van incorporando la docencia y el voluntariado a su quehacer diario, incluso les agradeció públicamente la dedicación con sus nietos. Pero cree que "las medidas políticas deben evolucionar también". El Gobierno está elaborando un proyecto de ley sobre la dependencia.
Subir sin ascensor
El 65% de las viviendas de los mayores no tiene calefacción y un 18% carece de ascensor de tal forma que los jubilados se ven obligados a subir por la escalera, en el mejor de los casos, o a permanecer en casa porque no pueden salvar los escalones. Un 50% de los mayores vive en una casa baja.
La práctica totalidad de sus hogares (aunque no el 100%) cuenta con cuarto de baño (aseo), televisor, frigorífico y lavadora y algo más del 90% tiene una ducha. Pero el 40% no puede calentarse ni siquiera con una estufa.
Todos estos datos reclaman la atención del Gobierno, como reconoce la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce, quien, por otro lado, se congratula de que el equipamiento básico de las viviendas, a pesar de todo, "mejora" Valcarce destaca que el 15% de los mayores dispone de ordenador y un 24% se comunica mediante teléfono móvil. El teléfono fijo llega casi al 90% de estas viviendas.
Una amplia mayoría de los las personas mayores afirma sentirse satisfecha con su vivienda, según la encuesta sobre Condiciones de vida de los Mayores del pasado mes de julio.
En ese mismo informe se detalla el perfil de nuestros mayores: el 78% de los hombres está casado, una cifra que cae al 46% entre las mujeres, que tienen mayores índices de viudedad (44%). Un 13% de los hombres son viudos, el 2% separado o divorciado y el 7% soltero. La soltería entre las mujeres es del 9%.
Un tercio de los mayores vive en pareja y un 14% con la mujer (o marido) y los hijos. Un 16% convive sólo con hijos. Hay todavía un 13% que se encuadra en el apartado de otras formas de convivencia. Y, por último, un 22% que, simplemente, vive solo.
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