La mitad de los afectados conoce la tristeza o la depresión
Los mayores suponen alrededor del 17% de la población actual, y la mayor longevidad femenina se traduce en que hay 1.140.000 mujeres más que hombres por encima de los 65 años. Dicen, en su mayoría, sentirse bien de salud, más los hombres que las mujeres, y se preocupan por su aspecto físico. Y un 90% afirma que se siente feliz a menudo o en ocasiones. No son pocos los que se sienten útiles e incluso ilusionados. Quizá este estado de ánimo ha llevado al 40% de los jubilados a recuperar amistades de antaño, y algunos se han iniciado en actividades como el turismo, el deporte o actividades formativas. Les interesa la naturaleza y la salud; la política (más a ellos que a ellas) y la cocina y la prensa del corazón (más a ellas que a ellos).
Entre los temores que manifiestan los ancianos ocupan los primeros puestos la pérdida de su pareja o seres cercanos y, por supuesto, la enfermedad y el dolor. Y también manifiestan lo que tanta veces hemos oído en boca de los abuelos: la desazón de no poder valerse por sí mismos algún día; por último, la soledad y el verse obligados a abandonar su casa son otros asuntos que ocupan su mente. Más del 40% se muestra intranquilo y la mitad conoce la tristeza, el aburrimiento y la depresión; alrededor de un tercio se encuentra solo.
A pesar de los problemas y conflictos que se detectan en ocasiones, entre los jubilados y sus familiares hay un alto porcentaje, más del 90% de los mayores, que se muestra satisfecho con la relación que mantienen con la familia. La situación económica no les resulta, sin embargo tan favorable: más del 40% se queja de su magra cuenta de ahorros.
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