Zapatero decide comparecer en la comisión del 11-M "por responsabilidad con el país"
La mayoría de la dirección del PSOE rechazaba la citación del PP al presidente del Gobierno
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tenía decidido acudir a la comisión del 11-M desde el momento en el que el PP anunció que quizá pediría su comparecencia. La mayoría de los miembros de la dirección del PSOE no consideraban adecuado que lo hiciera. Zapatero les anunció ayer que acudiría a la comisión por "responsabilidad" y por "lealtad" a su país, tras la magnitud de la tragedia que sacudió a España. Los diputados socialistas de la comisión del 11-M votarán hoy a favor de la propuesta del PP de que comparezca el presidente del Gobierno.
Ésta es la instrucción que ha dado Zapatero al portavoz parlamentario del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y que ayer anunció en la reunión de la ejecutiva federal. El líder del PSOE no ha movido un ápice su decisión de comparecer desde que los populares advirtieron de que seguramente la pedirían. No obstante, la mayoría de los miembros de la ejecutiva y de la dirección del Grupo Parlamentario Socialista estaba en contra de que Zapatero se sentara en el estrado de comparecientes.
Una vez que el PP anunció que iba a pedir la presencia de Zapatero, los dirigentes socialistas manifestaron que el 11-M quien gobernaba este país se llamaba José María Aznar y, por tanto, Zapatero no tenía nada que decir. Pero, al mismo tiempo, el presidente del Gobierno comunicó a personas de su entorno que si la petición se formalizaba iría. En ese momento algunos de esos interlocutores interpretaron que Zapatero había decidido acudir al Parlamento y que su decisión era irrevocable le dijeran lo que le dijeran.
No hubo ayer posibilidad de mucho debate ante la forma y el fondo que utilizó el secretario general del PSOE para explicar su decisión. "Por responsabilidad, coherencia y lealtad con el país" el presidente del Gobierno va a comparecer en la comisión parlamentaria, explicó el secretario de organización del PSOE, José Blanco. Dentro de la reunión el jefe del ejecutivo se extendió en las razones por las cuales va a comparecer ante los comisionados que investigan el 11-M.
En primer lugar citó la magnitud de la tragedia que España y los españoles vivieron el 11 de marzo. Ante un hecho como ése el presidente del Gobierno debe acudir al Congreso si así lo quiere la oposición porque una negativa no sería entendida por los ciudadanos. Los interlocutores consultados añaden que su secretario general les habló después de sus "principios". "Tengo la obligación moral de asistir al Congreso y, además, no me cuesta nada; cómo me va a costar explicar en la comisión lo que yo creo que debemos hacer e incluso informar de lo que yo sepa", aseguran que dijo.
El líder socialista quiere contribuir a aclarar "qué falló", es decir, dónde pudo haber imprevisión", pero se extenderá mucho más en medidas de futuro, aseguran sus colaboradores.
Las llamadas telefónicas
Estos mismos interlocutores indican que en la decisión de Zapatero no hay "oportunismo o tacticismo; y le da igual". Precisamente, las dudas de los miembros de la ejecutiva federal que no ven adecuada su comparecencia se centran en el comportamiento que pueda tener el PP. Los populares, a través de su portavoz, Eduardo Zaplana, han anunciado que quieren saber "con qué medios de comunicación habló Zapatero entre el 11 y el 13 de marzo". Zaplana, que ha insinuado que las conversaciones del líder del PSOE con algunos medios pudieron ser el detonante de "informaciones falsas" que confundieron a la opinión pública, indicó ayer que Zapatero "va obligado porque hay tantos interrogantes en el caso que se ha generado una presión popular a la que no puede sustraerse".
Pero en ese terreno los colaboradores de Zapatero que vivieron con él las trágicas jornadas entre el 11 y el 13 de marzo aseguran que no tendrá el menor inconveniente en decir con quién habló esos días y también sus conversaciones con el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. En la reunión de ayer, los miembros de la ejecutiva que no consideran adecuada su comparecencia declinaron rebatir a Zapatero al entender inmediatamente por su tono que la decisión estaba tomada. Sólo un miembro de la ejecutiva preguntó si "estaba seguro". Zapatero asintió con la cabeza.
Ahora la organización de esa comparecencia queda en manos de los grupos parlamentarios. Aunque en la dirección del PSOE se aseguró que todavía no tenían pensado el formato, se reconoce que "lo normal" es que el presidente sea quien cierre los trabajos de la comisión. De esta manera se pretende dar un tono constructivo a la misma y que los ciudadanos vean que el Parlamento toma medidas para combatir el terrorismo. En todo caso, la dirección del PSOE quiere desterrar cualquier especulación respecto a que Zapatero comparece "arrastrado" porque lo hace Aznar. Los detractores de la comparecencia de Zapatero también están en contra de la de Aznar al estimar que es una "politización excesiva" de esa comisión.
Hace dos semanas, la comisión de investigación del 11-M aprobó por unanimidad 14 comparecencias, entre ellas la del ex presidente y la del ex secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, inscritas en el ámbito policial, de la Guardia Civil, de la Fiscalía, junto a responsables de la UE. El resto de comparecientes son los que siguen:
- Peter Wallman, catedrático de Sociología de la Universidad de Haugsburgo y experto en terrorismo islámico.
- Fernando Aldea Juan, jefe de la Guardia Civil de Asturias.
- Juan Carretero Enrique, jefe de Policía de Asturias.
- Gerardo Herrero, fiscal jefe de Asturias.
- Jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado de la Policía Nacional, actualmente vacante.
- José Luis Bayona, jefe de inspección de armas de la Guardia Civil.
- Rafael Gómez Menor, experto en islamismo de la UCIE.
- Un coordinador de los traductores de árabe que intervinieron en las escuchas telefónicas.
- Mariano Simancas, director en funciones de Europol.
- Gijs de Vries, responsable de la UE para la lucha contra el terrorismo.
- Antonio Vitorino, comisario europeo de Interior.
- Clara Escribano, portavoz de la Asociación de Afectados por el 11-M.
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