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Reportaje:

Formar a personas que sepan decir "no"

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción homenajea a los maestros por su labor preventiva contra las drogas

Prevenir el consumo de drogas no puede limitarse a advertir de los riesgos. Hace falta algo más: una educación desde la infancia encaminada a desarrollar habilidades y destreza en los chicos que les protejan en el futuro y les ayude a decir no cuando sea preciso.

Es el lema de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), que la semana pasada celebró un homenaje a la figura del maestro. El objetivo es resaltar la importancia extraordinaria que una buena educación tiene a la hora de prevenir situaciones de riesgo, como el consumo de drogas, la violencia, el sexismo o el racismo entre los jóvenes.

"En la FAD llevamos muchos años trabajando en la prevención y hemos llegado a una conclusión: la educación es la herramienta más importante para hacerlo, y cuanto antes se haga, mejor", señala el director general de la FAD, Ignacio Calderón. Pero esta educación va más allá que un mero aprendizaje académico. Lo que se trata es de transmitir valores a los alumnos tales como la tolerancia, la solidaridad, la autoestima, la empatía o el autocontrol.

"Nuestro objetivo es dotarles de habilidades para que sean capaces de emitir una opinión"
"La educación es la herramienta más importante para prevenir"

Manuela Pérez es profesora en el colegio público de primaria San Ignacio de Loyola, en Madrid, y desde hace años trabaja con sus alumnos en la prevención de conductas de riesgos. Su receta es ésta: "Lo primero es enseñar a los chicos a combatir la autofrustración y a desarrollar el sentido del esfuerzo. A veces, uno lucha y no sale bien, y no por eso hay que venirse abajo, les digo".

Esta docente asegura que en esta tarea de prevención es básico que padres y profesores "caminen juntos". "No se debe superproteger a los chicos; hay que ponerles pequeños retos y metas, y si lo consiguen felicitarles y si no, encomendarles a que vuelvan a intentarlo".

Porque a los más pequeños no les puedes hablar directamente del tema de las drogas. Hay que esperar, por lo menos, a que tengan 11 años. Un buen momento puede ser cuando se está estudiando, por ejemplo, el cuerpo humano. "Ahora en clase estamos dando el sistema locomotor y yo les digo cómo se debe mantener un cuerpo sano. Los alumnos están muy sensibilizados y muchos cuentan cómo han visto alguna vez a algún drogadicto por su barrio y lo desmejorado físicamente que estaba", señala Manuela Pérez.

El reto es que estén preparados para decir no al grupo. En la adolescencia, pertenecer a una cuadrilla e identificarse con ella cobra una importancia suprema. "Hay chicos que eran buenos estudiantes y dejan de serlo porque el líder del grupo les dice que es una tontería estudiar. Por eso nuestra labor es crear individuos fuertes, y eso sólo se consigue trabajando con ellos desde que son pequeños", dice la profesora de primaria.

En el homenaje al maestro, la fundación ha querido implicar a todos los centros escolares españoles: les ha entregado un cartel y un manifiesto elaborado por el profesor y filósofo José Antonio Marina en el que se ensalza la labor de los educadores.

En este manifiesto Marina hace un llamamiento por razones de justicia, de sabiduría, de propio interés, a que niños y adultos participen en este homenaje nacional e intergeneracional. "Tiene que servir para llamar la atención de la sociedad hacia una profesión que, por esa inversión de prestigios que desdichadamente sufrimos, pasa inadvertida", explica el filósofo.

También desde hace años, en el colegio Virgen de Mirasierra de Madrid trabajan en la prevención de situaciones de riesgo. "Lo hacemos desde que los alumnos tienen 3 años hasta que cumplen 18 y terminan sus estudios escolares", cuenta su director Jesús Palomino.

"Nuestro objetivo es dotarles de una serie de habilidades sociales para que sean capaces de emitir un opinión sin sufrir la presión del grupo. Este aprendizaje les sirve para ponerlo en práctica tanto dentro como fuera del aula", prosigue el director.

En este colegio se aprovechan las tutorías para hablar de temas como el autocontrol, de actitudes hacia la salud, de la toma de decisiones, de qué consecuencias tiene el consumo de drogas...

"Los chavales vienen con información de la calle, y si nosotros no rellenamos esas lagunas informativas que tienen lo van a hacer chicos de su misma edad, con la diferencia de que no van a ser tan precisos ni transmitidos desde el cariño", señala Jesús Palomino. Además, hay que desterrar los tópicos. "Porque muchos vienen diciendo que fumarse un porro es mejor que un cigarrillo. Y eso no es verdad".

Alumnos del colegio Virgen de Mirasierra ante el cartel de la FAD.
Alumnos del colegio Virgen de Mirasierra ante el cartel de la FAD.LUIS MAGÁN

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