Los impuestos directos permitirán cumplir el objetivo de ingresos

El Gobierno ha elaborado sus cuentas para 2005 con una previsión que puede considerarse optimista sobre los recursos disponibles. Los ingresos del Estado crecerán un 6,7% respecto a 2004, hasta situarse en 161.778 millones. Este aumento es casi un punto superior al crecimiento del año pasado y mejora el de los últimos ejercicios. El avance vendrá determinado por los ingresos tributarios, que se incrementarán un 8,6%, gracias sobre todo al IRPF y sociedades.

El Estado ingresará en 2005 una cantidad notablemente superior a la de los últimos años. El aumento del 6,7% respecto a 2004 supone "una previsión de ingresos ajustada a la realidad", aseguró ayer el vicepresidente y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. La cifra de crecimiento es algo inferior, un 6,4%, para el conjunto de las administraciones. El propio ministro se dio esa respuesta al preguntarse si los ingresos estaban presupuestados de forma optimista o pesimista. Solbes rechaza, por tanto, las acusaciones del PP acerca de que las cuentas del Estado se han cuadrado elevando artificialmente la previsión de ingresos. El incremento se reduce al 5,8% si se descuentan los recursos cedidos a las comunidades autónomas.

El Gobierno confía en que la economía española crezca un 3% en 2005 y que ese porcentaje anime la evolución de ingresos. Y es que el grueso de esta partida la componen los ingresos tributarios, muy determinados por la actividad económica. El Ejecutivo espera recaudar por impuestos 150.926 millones de euros, un 8,6% más que en 2004, según los datos del avance de liquidación. Dentro de los impuestos, el mejor comportamiento se augura para los directos (9,8%), especialmente en el impuesto de sociedades, que grava el beneficio de las empresas (12,6%). Quizá por la magnitud del incremento, Solbes quiso aclarar que la cifra no surge de la "ciencia-ficción", sino que corresponde en parte a pagos ya previstos este año pero aplazados hasta 2005. También obedece a "las buenas expectativas de resultados empresariales", añade el ministerio.

En IRPF, una vez superado el "drenaje recaudatorio", según reza el texto de Presupuestos, que supuso la reforma fiscal de 2003, con rebajas de impuestos del 11%, se esperan subidas del 9,1%. Una cifra que Solbes definió como "absolutamente realista".

Indirectos más moderados

Con las nuevas cuentas, el peso de los impuestos directos sobre el total de ingresos aumenta respecto de 2004. Del 51,8% pasarán al 54,2%. Los indirectos perderán algo de participación, del 36,8% al 36,6%. En estos tributos, las previsiones son también holgadas, aunque ligeramente inferiores a las registradas en 2004. Se espera un crecimiento del 7,3%, frente al 7,5% que figura en el avance de liquidación de 2004. Dentro de los indirectos, la mejor evolución corresponde al IVA (8,6%), muy ligado al consumo, seguido de las labores del tabaco (7,8%).

Parejos a la recaudación de impuestos evolucionarán los beneficios fiscales, es decir, las cantidades que los contribuyentes se descuentan por deducciones y otros beneficios. Este capítulo crece un 8,6%, hasta 41.209 millones de euros. Las partidas más importantes corresponden a reducción por trabajo (5.577 millones) y deducción por vivienda (3.076 millones).