Zapatero reitera su disposición a declarar en la comisión del 11-M

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está dispuesto a declarar ante la comisión del Congreso de los Diputados que investiga los atentados del 11 de marzo y deja la decisión a los grupos parlamentarios, a los que ha expresado su disposición "muy favorable", según afirma en una entrevista en el semanario Tiempo. Sobre la comparecencia del anterior jefe del Ejecutivo, José María Aznar, en dicha comisión, afirma que no hay cambio de opinión, sino "deferencia" del PSOE ante la insistencia del ex presidente.

Pese a que en principio ni el PSOE ni el PP habían solicitado la comparecencia de Aznar ante la comisión parlamentaria del 11-M y no tenían interés en ella, finalmente ambos aceptaron la petición al respecto de los grupos minoritarios. "Vi que el PP se sentía cómodo, que él insistía en que quería ir y, bueno, no quise que pareciera que el PSOE le hacía un desdén al ex presidente del Gobierno", afirma Zapatero.

Sobre su propia declaración ante la comisión, el jefe del Ejecutivo muestra su disposición a acudir, "por supuesto" al margen de que lo haga también el líder del PP, Mariano Rajoy, a sí se lo ha trasladado a los grupos. "Algunos me han dicho que no lo ven, que no están de acuerdo, pero mi disposición es muy favorable a acudir".

En efecto, en la dirección del PSOE se contempla con preocupación esa disposición de su líder a comparecer y en su entorno más inmediato se da por seguro que lo hará pese al criterio en contra de la mayoría.

Los documentos sobre el 11-M que el Consejo de Ministros del pasado viernes aprobó enviar ayer al Congreso, no llegaron finalmente al registro. Los diputados esperan que el Gobierno cumpla y los remita hoy mismo.

En la entrevista de Tiempo, Zapatero opina sobre el papel de Aznar en el PP, del que ahora es presidente de honor. "(...) Se ve que ya ha empezado a ejercer, además antes del congreso [del partido] pero, bueno... Yo intento mantener siempre el respeto por él por una razón, estuvo ocho años en la Presidencia del Gobierno porque le votaron los españoles". Zapatero revela en la entrevista que el Rey le aconsejó que no se encerrase en La Moncloa, que procurase estar lo más posible "con la gente, en la calle", una actitud de la que el Monarca "es un buen ejemplo".

El presidente sostiene, en relación con los cambios en los estatutos de autonomía y de la Constitución que "las reformas dan vida a las cosas" y que el objetivo es reforzar la cohesión y que los pueblos de España "se sientan partícipes de un proyecto común". En cuanto a la reforma de la Carta Magna, dice que se hará con sosiego y cuando el Gobierno decida. En todo caso, subraya que es imprescindible que las bases constitucionales sean aceptadas por la inmensa mayoría de las fuerzas políticas. Una condición que a su juicio no respeta el plan Ibarretxe, al que tilda de "antiguo" y "no creíble" porque "no respeta los procedimientos de la Constitución" y no tiene el consenso "político y social necesario". Las propuestas que rebasan el marco constitucional, como la del lehendakari y la de Esquerra Republicana (ERC), son legítimas, a juicio de Zapatero, pero "la mayoría, en este caso el PSOE, tiene el mismo derecho a decirles que no está de acuerdo y que eso, por tanto, no va a prosperar".