_
_
_
_

Educación prevé crear grupos reducidos para matemáticas e inglés en la ESO

El proyecto que se presenta hoy a debate planea evaluar el nivel de los alumnos en primaria

Las clases de matemáticas e inglés de 3º y 4º de ESO de todos los institutos de secundaria se impartirán en grupos reducidos para dar una atención más personalizada a los alumnos. Ésta es una de las medidas que planea proponer hoy el Ministerio de Educación a las comunidades y organizaciones sociales en el documento para el debate de la reforma de la Ley de Calidad. Esta medida configura, junto a otras dos, la alternativa del Gobierno a los polémicos itinerarios de la Ley de Calidad. Las otras dos son el aumento de los grupos para estudiantes con problemas educativos (denominados de diversificación curricular) en 3º y 4º de ESO y una evaluación a mitad de la primaria para dar apoyos a los alumnos con más dificultades de aprendizaje.

Más información
Claves para el debate
El Gobierno propone crear una asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadanía

No es la primera vez que los socialistas proponen crear clases reducidas como medida clave para reducir el fracaso escolar al final de la ESO (esta etapa se estudia entre los 12 y los 16 años). Ya la plantearon en 2002 en el texto alternativo que presentaron en el Congreso a la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), que estaba promoviendo entonces el PP. También incluyeron entonces la implantación de horas extra de apoyo desde primaria para los alumnos en los que se detectaran dificultades de aprendizaje.

La propuesta actual incluye además una evaluación a mitad de la primaria (que se cursa desde los 6 a los 12 años) para detectar si hay alumnos con problemas de aprendizaje, con la idea de adoptar medidas preventivas dirigidas a ellos. Sus resultados no afectarían a los estudios que siguieran esos alumnos sino que serían meramente informativos para los profesores y los padres de cada estudiante.

Tras esa evaluación, los niños que necesiten apoyos recibirían clases de refuerzo con profesores específicos fuera del horario lectivo para ayudarles y resolver sus dudas. Muchos de los problemas que tienen estos alumnos tienen que ver, por ejemplo, con que no saben estudiar. Es decir, no han aprendido a retener conocimientos, a hacer esquemas o resúmenes, cuestiones que en la ESO necesitarán controlar para poder obtener buenos resultados escolares. Pero para que este sistema funcione, las administraciones (que son las que tienen las competencias educativas) deben comprometerse a garantizar y cofinanciar estos apoyos, junto con el ministerio.

La otra cuestión por la que quiere apostar el ministerio son los denominados programas de diversificación curricular. Se empezaron a implantar en los años noventa y funcionan muy bien. Se trata de enseñar en 3º y 4º de ESO las asignaturas principales (como lengua, matemáticas, historia o ciencias sociales) a los alumnos con más problemas educativos -generalmente, los que han repetido algún curso y tienen uno o dos años más que el resto- de forma más práctica y sencilla en aulas menos numerosas (de seis o siete alumnos).

El ejemplo vasco

Para poner en marcha los grupos reducidos -conocidos también como "desdobles"- que propone el Gobierno en las clases de matemáticas e idioma extranjero, lo principal es que se proporcionen a los institutos de secundaria más profesores de estas materias. De esta manera se han organizado los desdobles en el País Vasco, donde funcionan desde hace tres legislaturas.

El nudo gordiano de esta medida es su alto coste. Según la experiencia del Gobierno vasco, cada hora de más que se imparte incrementa el coste de la plantilla de cada centro por materia desdoblada en un 33%. Por lo tanto, en términos relativos, el coste de la plantilla se incrementa en un 33% por cada hora semanal que se desdoble una asignatura por clase (por ejemplo, matemáticas); en un 66% si se desdoblan dos materias (por ejemplo, matemáticas e inglés), o en un 100% si se hace con tres (en el caso de que, por ejemplo, se quisiera hacer también en lengua).

Una vez que se saben las horas lectivas que sobran en un centro al profesorado de esa asignatura, se determina el número de grupos que se pueden desdoblar. Por ejemplo, si el profesorado de matemáticas tiene seis horas sin clase, el centro podrá dividir un solo grupo de matemáticas para recibir tres horas semanales de esta materia.

El País Vasco financia desdobles sólo en la educación pública y siempre que las clases tengan más de 20 alumnos. Actualmente los hay en los más de 150 institutos que imparten la ESO en esta comunidad. Cada grupo que se desdobla en una determinada materia se queda con 12 o 14 alumnos, en vez los 24 o 25 que suelen tener, lo que permite una enseñanza personalizada. A los centros vascos se les da la posibilidad de hacer los desdobles según los criterios que consideren conveniente.

Pero, ¿con qué criterio se divide cada grupo? Ésta es una cuestión que preocupa mucho a los padres. Los criterios son muy diversos, pero generalmente no se hace según el rendimiento del alumno, porque el objetivo es conseguir que todos avancen más gracias a que haya menos estudiantes por clase. Además, los desdobles se caracterizan porque, una vez hechos, las clases tienen los mismos objetivos y contenidos. Incluso algunos centros del País Vasco han preferido utilizar las horas adicionales del profesorado para organizar clases de refuerzo para algunos alumnos.

A diferencia de los desdobles, los itinerarios en los que propone dividir la Ley de Calidad a los alumnos no tienen ni los mismos objetivos ni contenidos, y los alumnos iban a estar en ese itinerario en todas las materias.

Con los grupos reducidos, aun en el caso de que se decida realizarlos por rendimiento, un alumno puede estar en una clase que dé contenidos de matemáticas más complejos y luego estar en la que da los menos complejos en inglés. Además, un estudiante que avanzara mucho, por ejemplo, en inglés, podría pasar al otro grupo de más nivel en el que se ha desdoblado su clase. Es, en definitiva, el mismo sistema que pueden utilizar las escuelas de idiomas para distribuir a sus alumnos. Y muchos colegios privados llevan décadas realizando estos grupos reducidos en muchas materias.

Un grupo de escolares asiste a clase en un colegio de Valencia.
Un grupo de escolares asiste a clase en un colegio de Valencia.MÓNICA TORRES

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_