El Gobierno propone crear una asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadanía

La ministra de Educación y Ciencia, María José San Segundo, ha presentado esta mañana a las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial su propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) del anterior Gobierno del PP. Tal y como adelantó EL PAÍS, el documento, titulado Una Educación de Calidad para todos y entre todos, incluye la supresión de la alternativa a la asignatura de Religión, y su sustitución por la obligatoria Educación para la Ciudadanía, así como la eliminación de la reválida contemplada en la LOCE. En su lugar, se recuperará una prueba única de acceso a la Universidad. Por la tarde, la ministra ha comparecido ante el Consejo Escolar del Estado (órgano consultivo del Ministerio) y ha informado de estas medidas a todos los agentes del ámbito educativo.

En la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía se incluirá desde la educación para la convivencia pacífica y la igualdad entre los sexos hasta el conocimiento de las religiones y la influencia en la cultura. El documento propone que la enseñanza religiosa confesional sea de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para los alumnos y no compute a efectos académicos de nota media de acceso a la Universidad y de obtención de becas. La enseñanza religiosa no confesional en cambio, sí que será obligatoria y computará en el currículum de los alumnos con el nombre de "Hecho religioso no confesional". Los contenidos de esta materia se repartirían entre las asignaturas de Historia y e Historia de la Filosofía.

Como también había adelantado EL PAÍS, el Ministerio de Eduación planea que las clases de Matemáticas e Inglés de 3º y 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de todos los institutos se impartan en grupos reducidos para dar una atención más personalizada a los alumnos. Además, el Gobierno tiene previsto eliminar los "itinerarios" formativos que la Ley de Calidad de la Educación había introducido en 3º y 4º de la ESO. El Gobierno pretende también que los alumnos realicen un única prueba de acceso a a la Universidad una vez finalizado el Bachillerato, que versará sobre los contenidos de las materias de segundo curso y cuya calificación positiva les permitirá cursar las distintas titulaciones.

Un debate abierto

Esta novedad elimina la realización de la Prueba General de Bachillerato (PGB), recogida en la LOCE. Dicha ley establecía que el título de Bachiller estaba condicionado a la aprobación de los dos cursos y de la PGB y este examen condicionaba además el ingreso a la Universidad. San Segundo ha insistido en rueda de prensa tras la Conferencia Sectorial en que se trata de un documento abierto al debate que pretende provocar un debate social sobre el sistema educativo en el que se involucren, además de las instituciones públicas, todos los agentes de la comunidad educativa. Para propiciar ese debate, Educación ha habilitado una web (www.debateeducativo.mec.es) para que cualquier ciudadano pueda consultar el documento, opinar sobre él y participar en los foros de debate.

Las propuestas del Gobierno no alterarían, como tampoco lo hizo la LOCE, la estructura del sistema educativo, que seguiría repartida en cuatro ciclos: Educación Infantil (0-6 años), Educación Primaria (6-12 años), ESO (12-16 años) y Bachillerato (16-18 años). La educación infantil estaría repartida en dos ciclos (de 0 a 3 y de 3 a 6 años) y tendía carácter educativo, y no asistencial, en ambos casos. Entre las novedades que se proponen, la ministra ha citado el establecimiento de medidas preventivas en educación primaria desde el momento en que se detecten dificultades en un alumno, y entre esas medidas se apuntan más horas de trabajo en los colegios, actividades complementarias, refuerzo en los meses de verano o repetir curso.

El Gobierno prevé también programas flexibles para la atención a la diversidad en la ESO, como adaptar el currículo, desdoblar grupos en las materias optativas y apoyo específico a los alumnos con dificultades. También ha destacado la ministra la propuesta de diseñar un Bachillerato más flexible y que dé más posibilidades de elección a los alumnos, y en este ciclo el Ministerio tiene previsto incorporar una nueva materia de "formación científica". Por otro lado, el Ejecutivo quiere que se revise la formación inicial y permanente del profesorado, que se potencie la movilidad internacional y elaborar un Estatuto de la Función Pública Docente; garantizar la escolarización equitativa de alumnos con dificultades (como inmigrantes) en los centros sostenidos con fondos públicos.