Educación planea suprimir la alternativa a la asignatura de religión

El Ministerio de Educación quiere dejar libertad a las comunidades autónomas para que planifiquen como quieran el tiempo de los estudiantes que no escojan la asignatura de religión. De esta forma, los centros podrían ofrecer religión al final o al principio del horario escolar y se suprimiría la obligación para los alumnos que no quisieran estudiarla de cursar otra materia alternativa. Ésta es la última propuesta sobre la materia de religión elaborada por el Ministerio de Educación y que prevé presentar a las comunidades el lunes, en el documento que les entregará en la Conferencia Sectorial de Educación.

En la actualidad, la asignatura de religión (que puede ser católica, musulmana o hebrea, pero es mayoritariamente católica) es de oferta obligatoria para los centros y de elección voluntaria para los alumnos. Los estudiantes que no quieran cursar religión pueden escoger entre un abanico de opciones entre las que se encuentran actividades de lectura o prácticas de informática. En dos cursos de la ESO y 1º de bachillerato se ofrece una materia alternativa relacionada con la historia de las religiones y su influencia en la cultura. La religión es evaluable, pero su alternativa no.

La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, tiene previsto reunirse este fin de semana con miembros de su equipo para dar el último repaso al documento Propuestas para el debate que presentará el lunes por la mañana a las comunidades autónomas, en la Conferencia Sectorial, y por la tarde a las organizaciones sociales, en el Consejo Escolar del Estado. Estas propuestas serán sometidas a debate hasta final de año.

El texto, que fue mandado a imprenta la semana pasada, explica el modelo de educación que persigue promover el Gobierno. En él señala su intención de promover el máximo consenso en torno a las propuestas de reforma y deja claro que la concepción de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), la norma que se pretende reformar, es distinta a la educación de calidad que propone ahora el Gobierno para la España del siglo XXI.

Tras la elaboración de media decena de versiones del texto en los últimos meses en los que se recogían propuestas alternativas para la configuración del estudio de religión en las escuelas, el equipo ministerial ha realizado la última en colaboración con la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. En las primeras versiones se contemplaba, por ejemplo, la posibilidad de que el estudio de las religiones se incluyera en los currículos de geografía e historia y de Filosofía. Otra posibilidad que se manejaba era más contundente: la reducción de los cursos en los que se ofrecen religión y su alternativa de los 11 actuales (se estudia desde 1º de primaria a 1º de bachillerato) a dos cursos en primaria y dos en ESO. En esa opción se proponía que en el resto de los cursos se impartiera la asignatura de religión a continuación del horario escolar.

Finalmente, la última versión ha incluido el estudio de las religiones en otras materias como geografía e historia y filosofía.

El ministerio ha organizado su última propuesta teniendo muy presente la propuesta que aprobó mayoritariamente el Consejo Escolar del Estado en su reunión del pasado mes de julio. En ella se pedía que la religión no tuviera alternativa y se sacara del horario escolar. Este consejo argumentaba que "la enseñanza confesional es contradictoria con un país laico".

El texto aprobado por los representantes de alumnos, padres y profesores de este organismo añadía: "Los poderes públicos pueden garantizar perfectamente el derecho constitucional de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones sin que esa formación tenga que estar incluida entre las materias a impartir con carácter obligatorio dentro del horario escolar".