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Isabel Allende arremete contra Bush y toda forma de fundamentalismo

La escritora publica 'El bosque de los pigmeos', con el que completa una trilogía

Amelia Castilla

Hace tres años prometió a sus nietos convertir en una novela las historias que solía contarles. Isabel Allende (Lima, 1942) presentaba ayer en Madrid El bosque de los pigmeos (Areté y Círculo de Lectores), con el que completa la trilogía Las memorias del Águila y El Jaguar, y con el que cierra un ciclo dedicado a la literatura juvenil. Pero Allende, además de una abuela complaciente, es una mujer comprometida. La autora de La casa de los espíritus atacó los fundamentalismos y expresó su militancia anti-Bush: "Eligen los americanos, pero nosotros tendremos que vivir con él".

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Escribió El bosque de los pigmeos mientras se manifestaba con sus nietos en las calles contra la guerra de Irak, pero el punto de mira de su nueva novela, un alegato a favor de la resolución de los conflictos sin violencia, se centra en África, "el continente más violento y donde se producen las mayores masacres". Antes de publicarse el primer volumen de la trilogía que ahora completa, Allende anunció los temas que la conformarían: la ecología (La ciudad de las Bestias), la espiritualidad (El Reino del Dragón de Oro) y la paz (El bosque de los pigmeos). En esta última entrega, Allende cuenta cómo Kate (podría ser su álter ego) y su nieto Alexander Cold -un homenaje a su nieto Alejandro Frías-, junto con su amiga Nadia, se ven enredados en una nueva aventura en el corazón de África. Desde Nairobi hasta una selva cerca de la línea ecuatorial, los protagonistas siguen la pista de dos misioneros que han desaparecido en medio de una sucesión de extraños sucesos.

La guerra, según la escritora, no soluciona los conflictos. "Irak no tenía nada que ver con el terrorismo del 11 de septiembre. Las razones para esa guerra no tienen mucho que ver con el terrorismo", aseguró nada más comenzar una multitudinaria conferencia de prensa, en la que no escatimó referencias a su posición anti-Bush: "Vivo en California, una de las zonas más liberales del país y una de las áreas de tendencia demócrata, pero mucha gente puede votar por Bush. Ha tenido éxito con su campaña del terror y con su idea de que el terrorismo sólo se puede atajar con un Gobierno fuerte, pero eso para la paz mundial sería un desastre. Los que eligen son los americanos y somos nosotros los que tenemos que vivir con Bush".

30 idiomas

Sus libros se venden por millones y sus novelas han sido traducidas a más de 30 idiomas. La sobrina del presidente chileno Salvador Allende domina también la comunicación en directo. Contesta a todo con convicción y sin cortapisas y le gusta mirar de frente a la persona con la que habla. Sobre todo, teme a los fundamentalismos, especialmente los religiosos, ya sean católicos, musulmanes o judíos. "En su nombre se cometen atrocidades", dijo. "Si en Estados Unidos los fundamentalistas cristianos o mormones tuvieran oportunidad tendrían a la mujer bajo un velo negro, porque todos los fundamentalismos empiezan por la represión de la mujer".

Con frecuencia la confunden con su prima la congresista chilena Isabel Allende -"ella es rubia y de ojos azules"- pero ambas han llegado al acuerdo de no hacer desmentidos. "Ella firma libros y yo digo que sí, que estuve en ese foro donde se habló de política", contó sonriente cuando se le preguntó por su militancia política. Para ella, el compromiso social y escribir novelas son casi la misma cosa: "No me planteo ser didáctica, pero lo que uno es como persona aflora en todo lo que haces. Por eso las mujeres y la justicia social aparecen en casi todos mis libros".

No pudo obviar tampoco al hablar de su familia una referencia al caso Pinochet, sobre el que aseguró no tener muchas esperanzas de que se haga justicia, aunque se hayan dado pasos adelante en el proceso contra el dictador. "Como en otros casos, no creo que vaya a pasar nada. La justicia es lenta y Pinochet está viejo, seguramente morirá antes".

Allende demostró también lo rápida que puede ser escribiendo y saltar de un tema a otro. "Hoy día es muy fácil documentarse. Están Internet, las bibliotecas y documentos de todo tipo". Ya tiene acabada la próxima novela, una entrega sobre El Zorro, un personaje al que nunca pensó dedicar unas líneas. Un día, según contó, la visitaron en casa los propietarios del copyright y le pidieron que escribiera sobre el personaje. "¿Por quién me toman? Yo soy una escritora seria", respondió antes de bucear en la caja donde guardaban toda la documentación sobre un personaje que nació en 1800 en la alta California. La novela se publicará en mayo del próximo año y parte transcurre en Barcelona.

Isabel Allende, en Madrid.
Isabel Allende, en Madrid.RICARDO GUTIÉRREZ

Novelas en papel reciclado

El compromiso de Isabel Allende alcanza también a la ecología.

La ciudad de las bestias, la primera novela de la trilogía que ahora concluye con El bosque de los pigmeos, se centraba en el respeto por el entorno natural como una de las formas de garantizar la tolerancia y la convivencia. En ese camino, la escritora ha dado ahora un nuevo paso adelante. El bosque de los pigmeos figura como el primer título en el mercado español que forma parte del proyecto de Greenpeace Libros amigos de los bosques, cuya finalidad es la conservación y el uso sostenible de los últimos bosques vírgenes del planeta, los primarios.

El nuevo libro de Isabel Allende ha sido editado en dos colecciones, una dirigida a los adultos (Areté) y otra para jóvenes (Montena). La colección de adultos se ha editado en un tipo de papel que garantiza una gestión de los bosques que sea responsable con el medio ambiente y con las poblaciones indígenas que los habitan. La colección para jóvenes se ha realizado en papel reciclado. "El papel reciclado no se ve como un papel inferior", añadió la autora de Retrato en sepia,

fundadora junto a otras personalidades del grupo ecologista Defensores del Bosque Chileno.

Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, contó ayer el acuerdo al que han llegado en nuestro país con la editorial Random House Mondadori, aunque se trata de una iniciativa internacional en la que ya hay implicadas otras empresas editoras.

Greenpeace cuenta con tres millones de socios en todo el mundo y su idea en este momento es que "es posible una forma sostenible de producción". López de Uralde aseguró que parte de su lucha se centra ahora en implicar a la industria editorial y a los escritores en la defensa de los bosques primarios de los que ya se han destruido un 80% en todo el mundo. Los que todavía se conservan se encuentran, entre otros lugares, en Canadá, África y Brasil.

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