El Ayuntamiento cuadruplicará la protección de edificios del patrimonio industrial del Poblenou
El Ayuntamiento de Barcelona quiere salvaguardar los testimonios del pasado industrial del barrio del Poblenou, más allá de los 25 edificios que están protegidos por el Catálogo de Patrimonio, y que son intocables, o de los proyectos que ya están en marcha, como Ca l'Arañó, futura sede de facultades de la Universidad Pompeu Fabra, o los talleres Oliva Artés, que se integrarán en el parque Central. La idea es garantizar la preservación y futura rehabilitación de los que no gozan del blindaje de la catalogación y que suman hasta un centenar de elementos, entre fábricas, chimeneas o pasajes. Las herramientas de las que dispone el consistorio son el planeamiento urbanístico o las licencias.
Los responsables del distrito de Sant Martí están poniéndose en contacto con cada propietario y el concejal Francesc Narváez explica que "las reacciones son positivas". El distrito ha logrado blindar ya 65 piezas, más del doble de las que fija el Catálogo, y aspira llegar al centenar. En algunas ocasiones son edificios que albergan empresas en activo y así seguirán -como la fábrica Frigo en la calle de Perú y el complejo La Escocesa en la de Pere IV-, pero la intención es mantenerlos en pie y rehabilitarlos si alguna vez cambiaran de manos. "La del Poblenou es la mayor defensa del patrimonio industrial del país", asegura Narváez.
Ya en origen esta concentración fue importantísima, de ahí que a la zona se le denominara el Manchester catalán por la intensa actividad fabril que registró desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX.
Parte de los edificios que se quieren conservar están ubicados en lo que será el distrito 22@, cuyo planeamiento "ya prevé y permite la preservación del patrimonio más allá del Catálogo, que no es el único instrumento", explica el gerente del plan, Rafael González Tormo. Los criterios de selección de los edificios que se debe conservar son su valor "arquitectónico, histórico y romántico", dice el concejal. "Y el sentido común", remacha el gerente. Respecto a los usos definitivos de los edificios que se rehabiliten, en su mayoría serán equipamientos públicos o dependencias municipales, así como sedes de empresas. Las viviendas se llevan la parte más pequeña, aunque destacan por su singularidad, ya que el Ayuntamiento autorizará la construcción de lofts.
La preservación del patrimonio industrial del Poblenou es una larga reivindicación de las entidades del barrio. La Asociación de Vecinos y el Archivo Histórico del Poblenou, junto con el Fórum Ribera del Besòs han elaborado incluso una lista de elementos para preservar. Pero más allá de listas, lo que persiguen, explica el presidente de la Asociación de Vecinos, Salvador Clarós, es "un instrumento global de protección del pasado industrial que permita realizar una lectura del único paisaje que queda de la Barcelona de los siglos XIX y XX". "Igual que todo el mundo sabe lo que es el Barri Gòtic, habría que hacer itinerarios", sugiere Clarós. En su opinión, el proyecto trasciende del ámbito municipal y debería abordarse desde la Generalitat.
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