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LA AMENAZA DE AL QAEDA

Un coche bomba deja 11 muertos ante la Embajada australiana en Indonesia

El atentado, reivindicado por Al Qaeda, tiene lugar a un mes de las elecciones en Australia

Un suicida hizo estallar ayer ante las puertas de la Embajada de Australia en Yakarta un coche bomba que acabó con la vida de 11 personas y dejó heridas a 160. Entre las víctimas mortales no hubo ningún australiano. Lo impidieron las estrictas medidas de seguridad que protegen esa sede diplomática que, según los servicios de espionaje australianos y británicos, se encuentra desde hace meses en el "punto de mira de Al Qaeda" por el apoyo incondicional del Gobierno conservador de Canberra a George W. Bush, que incluye la presencia de tropas australianas en Irak.

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Desde un primer momento, las sospechas recayeron sobre Azahari Husin, uno de los terroristas más buscados de Asia y al que se atribuyen numerosos atentados, incluidos los de Bali y el del hotel Marriot de Yakarta, en agosto de 2003, en el que murieron 12 personas. Husin es considerado el cerebro de Yamaa Islamiya (YI), la principal célula de Al Qaeda en el Extremo Oriente, que anoche reivindicó el acto terrorista a través de Internet. "Hemos decidido arreglar cuentas con Australia, uno de los peores enemigos de Dios y del islam". Pese a ello, la policía indonesia no quiso atribuirlo directamente a YI, aunque dijo que fue un ataque "similar" al que hace casi dos años causó 202 muertos en la isla de Bali, de los que 88 eran australianos.

La brutal explosión, que dejó un enorme cráter ante las verjas destrozadas de la Embajada, pudo escucharse a 15 kilómetros de distancia, rompió ventanas y cristales de los rascacielos próximos y reventó los cuerpos de los policías y guardias de seguridad indonesios que protegían la entrada.

"No hay duda de que se trata de un acto terrorista dirigido contra Australia", declaró el ministro de Exteriores australiano, Alexander Downer, que viajó ayer mismo a Yakarta junto con una delegación de nueve expertos en terrorismo para investigar sobre el terreno el atentado.

"Tiene como objetivos exactos las Embajadas de Australia y Estados Unidos, al igual que las comisarías de policía", declaró ayer el jefe de la Policía Nacional, el general Dai Bachtiar, al preguntarle sobre los supuestos cerebros de YI, los malayos Azahari Husin y Nurdin Top. El jefe de la policía indonesia indicó que se les busca insistentemente por toda Indonesia, incluida la isla de Java, y aseguró que ambos siguen teniendo capacidad para reclutar a suicidas.

"Fue tan brutal que creí que era un terremoto y no una bomba", declaró una joven, que asistía a un compañero herido en mitad de la calle, poblada de cuerpos, restos quemados y añicos de vidrios.

Según el espionaje occidental, en junio pasado se infiltró en Indonesia, a través de la isla de Kalimantan, una célula de Yamaa Islamiya procedente de la isla filipina de Mindanao, con la misión de cometer atentados selectivos contra "diplomáticos, hombres de negocios y figuras relevantes" de Australia, Reino Unido y EE UU.

La presidenta Megawati Sukarnoputri, que se encontraba en Brunei con motivo de la boda del príncipe heredero, volvió de inmediato a Indonesia y, tras visitar a los heridos, hizo un llamamiento a la "calma y la unidad" de la población contra el terrorismo.

Como ahora, Indonesia se encontraba en plena campaña electoral para elegir, por primera vez, al presidente de la República. El 5 de julio se celebró la primera vuelta y el próximo día 20 se celebrará la segunda, a la que concurren Megawati y su ex ministro del Interior Susilo Bambang Yudhoyono, que parte como favorito.

Con 230 millones de habitantes, el 85% de ellos de religión musulmana, tanto el Gobierno como buena parte de la oposición indonesia insisten en la moderación y el papel conciliador de la mayoría islámica del país. Sin embargo, tanto Estados Unidos como Australia acusan a Yakarta de "no hacer todo lo que está en su mano" para controlar a la minoría radical.

Atentados concretos

Expertos occidentales en terrorismo indicaron que el hecho de que en el atentado contra el Marriot "sólo" muriera un extranjero, había perjudicado la imagen de la YI entre los indonesios, motivo por el cual se esperaba que cambiase su táctica hacia atentados más concretos, como el cometido en Bangladesh contra el alto representante del Reino Unido. El atentado de ayer contradice esa teoría.

Tras la caída del régimen de Suharto, en 1998, Indonesia ha sido escenario de diversos atentados terroristas, unos atribuidos a YI y otros a los diversos movimientos independentistas que se enfrentan al Gobierno central del archipiélago. Según el espionaje occidental, cada día son mayores los vínculos entre esos movimientos independentistas, sobre todo el de Aceh, que pretende el establecimiento de un régimen islámico en Indonesia o al menos en esa zona norte, y los radicales de YI y del Frente Moro de Liberación que dirige Abu Sayaf, en el sur de Filipinas.

El cadáver de un motorista yace junto a la Embajada de Australia en Yakarta tras la explosión del coche bomba.
El cadáver de un motorista yace junto a la Embajada de Australia en Yakarta tras la explosión del coche bomba.REUTERS

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