_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Estrategia del secuestro

El secuestro ayer en el centro de Bagdad por una veintena de hombres armados de dos cooperantes italianas de la ONG Puente a Bagdad, Simona Torretta y Simona Pari, y de otras dos iraquíes refleja cómo avanza toda una estrategia terrorista de la resistencia iraquí o de otros grupos violentos extranjeros en el país mesopotámico. No reemplaza otras formas de violencia, sino que se suma y agrava las ya existentes. Ayer mismo hubo al menos 40 muertos en enfrentamientos con las tropas de EE UU en Bagdad, y el número de los soldados norteamericanos muertos en acción desde que el presidente Bush anunció el fin de las operaciones militares se acerca a la cifra fatídica del millar.

El aumento de los secuestros -seguido a menudo de ejecuciones de quienes sufren esta forma de privación de libertad que es a la vez un terrible tormento- está claramente dirigido a violentar la opinión pública de los países de origen, en este caso de los italianos, y por extensión, de todos los europeos. Estos dramas demuestran que la lejanía política o geográfica de Irak no constituye ninguna garantía de nada ni sirve de aislante en un mundo en el que este tipo de noticias cargadas de emoción se transmiten y golpean de forma instantánea.

Poco importa que un Gobierno, como el francés, haya estado en contra de la guerra. A los dos periodistas franceses Christian Chesnot y George Malbrunot de poco les sirvió, pues siguen en cautividad desde el 20 de agosto en que fueron secuestrados. A cambio de su liberación han surgido exigencias varias, desde la derogación de la ley contra el velo en Francia al pago de un rescate millonario.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los esfuerzos diplomáticos franceses para liberarlos no han dado aún resultado. Pero contrastan con la pasividad del Gobierno de Berlusconi ante el caso del periodista italiano Enzo Baldoni, asesinado dos semanas antes por el Ejército Islámico en Irak -el mismo que retiene a los franceses-, formalmente por no haber retirado Italia sus fuerzas de Irak. Ante el secuestro de las dos italianas, esta vez Berlusconi no podrá permanecer de brazos cruzados, aunque sean escasos sus márgenes de acción. De momento, estos últimos secuestros han dividido a Italia, mientras que han unido a Francia, incluidos los musulmanes franceses, en su repudio a estos actos terroristas. Refuerzan la sensación de que en Irak el caos es rey, sin visos de solución, y que quienes tienden puentes, como las dos cooperantes italianas, suelen arriesgar tanto o más que quienes combaten.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_