El territorio de la división

El PP escenificó ayer un endurecimiento de su oposición al Gobierno socialista. Se encargó de hacerlo Mariano Rajoy, secretario general del PP, al asegurar que entró "preocupado" a la entrevista con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y salió de la misma "muy preocupado". Los asuntos que enfrentan a los dos principales partidos del país son los que siguen:

- Reforma de la Constitución. El PSOE pretende introducir en la Constitución el nombre de las 17 autonomías. El presidente catalán, Pasqual Maragall, presiona para que se haga una distinción entre nacionalidades y regiones en esa modificación. El Partido Popular no aceptará que la modificación constitucional introduzca una distinción entre autonomías. Respecto a la reforma del Senado que los socialistas quieren incorporar a la modificación de la Carta Magna, los populares esperan a conocer la propuesta aunque advierten de que, en ningún caso, se puede dar a las autonomías un papel que reste poder a las Cortes Generales como representantes de la soberanía popular.

- Reformas estatutarias. Tres comunidades autónomas, Euskadi (Gobierno tripartito de PNV, EA e IU), Cataluña (PSC, ERC, ICV) y Andalucía (PSOE) tienen como objetivo finalizar sus legislaturas con una reforma estatutaria aprobada. La más avanzada se tramita en el Parlamento vasco y el Gobierno central ha anunciado su rechazo a la misma por considerar que es inconstitucional. En Cataluña, su Gobierno aún no ha precisado su propuesta de reforma aunque defiende la posibilidad de que la modificación obligará a retocar la Constitución. En Andalucía, la propuesta conocida no altera la Carta Magna. Otros Gobiernos regionales (Valencia, Madrid) donde manda el PP han manifestado su voluntad de impulsar reformas estatutarias para introducir algunas novedades de menor importancia. La postura del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pasa por aceptar todas estas reformas si cumplen con dos condiciones: un amplio consenso en las autonomías donde se impulsen y un respeto escrupuloso a las fronteras definidas por la Constitución. El PSOE es incluso partidario de aprobar una reforma estatutaria para Euskadi que mejore su autogobierno siempre limitada al respeto constitucional.

El PP considera que Euskadi no necesita ningún tipo de reforma estatutaria y su planteamiento general ante las reformas estatutarias es que no hacen falta en estos momentos aunque estarían dispuestos a aprobarlas siempre que no modifiquen el Título VIII de la Constitución y se haga con el mismo consenso que se realizó la última reforma.

- Veto autonómico en el Senado. El Ejecutivo socialista está estudiando la posibilidad de introducir, a través de una reforma legal, la capacidad de veto de las comunidades autónomas sobre iniciativas legislativas que afecten a sus hechos diferenciales. El veto lo podrían ejercer a través de su participación en el Senado. La idea no ha pasado a ningún papel y ni siquiera está decidido que el Gobierno socialista acabe aprobando un proyecto de Ley que introduzca esta novedad, que daría más peso hipotético a las autonomías aunque de hecho no hay ejemplos claros de leyes generales que afecten a hechos diferenciales de comunidades autónomas. El PP lo rechaza de plano.

- Pacto sobre la inmigración. Desde que hacía la oposición al Gobierno de José María Aznar, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero está empeñado en lograr un pacto de Estado sobre la política de inmigración. En los últimos días, el Gobierno socialista ha elaborado un borrador de Reglamento de Extranjería que permitirá una regularización extraordinaria de inmigrantes que tengan una oferta firme de trabajo en España.

Zapatero reiteró ayer a Rajoy su propuesta de pacto sobre inmigración. El secretario general del PP no se pronunció sobre este asunto. Las declaraciones de los dirigentes del PP respecto a la posibilidad de una regularización extraordinaria han sido muy críticas en los últimos días.

- Referéndum. El referéndum que el Gobierno ha anunciado que convocará a finales de febrero del próximo año sobre la Constitución europea cuenta con el respaldo del Partido Popular, que hará campaña a favor del sí. Pero las reformas legales anunciadas por el Gobierno sobre las consultas electorales son rechazadas por los dirigentes populares.