"La ayuda contra la plaga de langosta llega tarde"

La ayuda internacional contra la plaga de langosta que afecta a los países del Sahel occidental -la peor de los últimos 15 años, según el Organismo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO)- y que amenaza con extenderse por toda África, "llega tarde" y está "por debajo del mínimo indispensable", asegura el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade. En los últimos meses, los vientos han llevado estos insectos que devoran todo lo que encuentran a su paso desde Chad hasta las islas de Cabo Verde y la posibilidad de que se dirijan al Este abre el temor de una catástrofe humanitaria.

España -las islas Canarias- explica el presidente senegalés, "es el país europeo más próximo a Mauritania y Senegal y vamos a pedir por vía diplomática que nos preste los aviones fumigadores para poder usar los pesticidas". En una conversación con un reducido grupo de periodistas, aseguró que ha recibido la promesa de ayuda en efectivos materiales de Francia y Brasil. "El presidente Luiz Inácio Lula da Silva me ofreció su fuerza aérea", explicó, "pero le dije que sólo necesitaba avionetas fumigadoras". El mandatario senegalés tiene previsto realizar una visita oficial a España el próximo mes de noviembre.

Wade, un abogado de 78 años que se autodefine como liberal y partidario de dar protagonismo a la "sociedad civil", consiguió en 2000 hacerse con la presidencia en Dakar tras presentarse una y otra vez a las elecciones desde 1978 contra su gran rival el presidente Abdou Diuf, con el que incluso formó un Gobierno de coalición a mediados de los años noventa. Ayer participó en la inauguración del diálogo Nuevas ignorancias, nuevas alfabetizaciones del Fórum de las Culturas de Barcelona, y señaló la paradoja de que cuando se detectó la posibilidad de que se produjera la plaga, en la primavera pasada, "con siete millones de dólares (6 millones de euros) hubiera bastado" para acabar con las langostas, mientras que en estos momentos la ayuda internacional que precisan los países afectados por la plaga se sitúa ya en los 90 millones. "Cada día que pase sin que esta contribución se haga efectiva, más dinero faltará", advirtió.

El presidente de Senegal, sin embargo, quiso hacer hincapié en que el dinero en sí no es la solución, sino la ayuda específica. "No pedimos dinero", dijo, "pedimos material, vehículos todoterreno y aviones fumigadores para aplicar pesticidas". Según Wade, la tardanza y la lentitud que impone la burocracia de las organizaciones internacionales hace que estas ayudas financieras sean inoperantes en situaciones de emergencia como la de esta plaga. Las ayudas tramitadas desde la FAO, explicó Wade, tardan en llegar una media de dos meses a partir de su solicitud. "África no tiene tiempo que perder", sentenció. El mandatario africano aboga por cambiar el sistema de ayudas financieras.

"El problema con las langostas es que se las echa, se van, pero vuelven", explica. "Llegan en masa. Son miles de millones -en un kilómetro cuadrado hay 50 millones de langostas- dejan huevos en la tierra a 10 o 15 centímetros de profundidad y 10 días más tarde salen millones de larvas, una masa informe que durante 21 días come cada día el equivalente de su propio peso. Si se detectan las larvas entonces tenemos tiempo para intervenir. En Mauritania, que tiene dos millones de kilómetros cuadrados, hay en estros momentos 1.600.000 hectáreas devastadas. Hay que ir allí, y para esto se necesitan medios, aviones fumigadores, vehículos todoterreno...".

Según Wade, hasta el fin del mes de noviembre "no estaremos a salvo, aunque, por el momento, no hemos tenido grandes daños en nuestros cultivos". Según Wade, el pasado domingo hubo ocho entradas de langostas en Senegal. "Forman nubes de un kilómetro de largo, pero recientemente en Mauritania hubo una de 10 kilómetros de largo por uno de ancho". En este país, las langostas están devorando cosechas y reproduciéndose a tal velocidad que la predicción es que a lo largo de este mes surjan nuevos focos.

La agencia Reuters citaba ayer el último boletín de la agencia mauritana que lucha contra la plaga (CLAA) en el que se indicaba que las larvas estaban devorando el 40% de las cosechas en zonas ya afectadas por langostas adultas que, a su vez, estaban reproduciéndose y depositando sus huevos.

Wade, que lidera un país de 10,8 millones de habitantes de los que el 94% son musulmanes, aunque tiene una importante minoría cristiana y animista en el sur -donde el embrión de guerra civil en la región de Casamance parece desactivado- también se refirió al impacto del fundamentalismo islámico en África, reconociendo la necesidad de "reformar la escuela coránica tradicional".