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Rajoy exige a Zapatero que "deje de estar mudo" ante los grandes problemas

El líder del PP anuncia que esta semana reclamará una entrevista formal con el presidente

Luis R. Aizpeolea

El PP anunció ayer una oposición exigente y sin mirar al pasado ante un curso político "apasionante". El secretario general del PP, Mariano Rajoy, en su primer acto político tras las vacaciones, exigió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "deje de estar mudo" y se pronuncie sobre la cuestión territorial, la política económica y la inmigración, los "grandes temas de este país", tras el "espectáculo grotesco" de este verano. Rajoy aseguró que los próximos días pedirá por carta una entrevista con Zapatero para intentar alcanzar acuerdos en materia territorial, asuntos exteriores y pensiones, y le garantizó su apoyo en la lucha contra el terrorismo.

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Mariano Rajoy anunció en Pontevedra una política de oposición "seria y exigente a la vez". "No vamos a votar contra el Gobierno porque sí. Cuando haya que apoyar al Gobierno, lo apoyaremos". Pero fue especialmente duro con Zapatero por su política territorial. Recordó cómo en la investidura, en abril, y en su entrevista en La Moncloa, en mayo, le dijo que estaba dispuesto a hablar de la reforma constitucional y estatutaria y no le aclaró sus interrogantes. "Ahora digo que no sabe qué reforma de la Constitución quiere hacer ni tampoco de los Estatutos. Y desconozco qué va a hacer con la financiación económica".

Calificó de "grotescas" las declaraciones veraniegas, en referencia a Pasqual Maragall y a su planteamiento sobre el reconocimiento constitucional de nacionalidades y regiones así como la posibilidad de incorporar el derecho de veto en el Senado, propuesto por el ministro de Administraciones Públicas. "Todo esto va en contra del sentido común en la política. No sucede en ningún país del mundo y desde luego nos opondremos radicalmente a todo ello" dijo Rajoy, tras recordar que el apoyo del PP es básico para cualquier reforma de estas características.

También atacó a Zapatero por la política económica del Gobierno. "Las incertidumbres siguen abiertas y las certidumbres son preocupantes. No he visto una sola propuesta. No ha fijado las reglas del juego. No tiene ideas claras y esto es un misil contra la confianza y la credibilidad de la política económica".

Inmigración

También acusó al presidente del Gobierno de "no decir una sola palabra" sobre inmigración. En esta cuestión, Rajoy estuvo especialmente duro. Acusó al Gobierno de "provocar el efecto llamada". "No ha hecho nada mas que anuncios. Ha regularizado hasta personas que tenían antecedentes penales. No ha hecho nada por la integración. Hay que recordar que los inmigrantes tienen derechos, pero también deberes. Y el colmo es que deje en manos de los empresarios qué inmigrantes pueden ser legalizados y cuáles no". Rajoy adelantó que el PP se opondrá radicalmente a este anuncio de la secretaria de Estado de la Inmigración, Consuelo Rumi. "Nosotros sólo contemplamos la regularización de inmigrantes para casos muy excepcionales" porque "de otro modo tienen un efecto llamada que es muy negativo y esto no sucede en ningún país europeo".

Rajoy insistió, a lo largo de su intervención, en que el PP es un partido "cohesionado y unido". Tras referirse a la derrota del 11-M como una situación excepcional, anunció una política de oposición firme, pero mirando hacia el futuro. "Había quien creía que el PP iba a caer en el desánimo, pero no ha sido así". Recordó que en las elecciones europeas del 13 de junio había quedado a sólo dos puntos del PSOE.

El secretario general del PP anunció que en el próximo congreso de su partido iba a hacer un esfuerzo por "acercar al partido a la sociedad" y adecuar la organización del PP a esta tarea. En este sentido, Rajoy recordó que el PP apoyará en el Congreso de los Diputados la Ley Contra la Violencia de Género promovida por el Gobierno socialista, aunque anunció que habría que ampliar sus efectos a otros sectores sociales débiles, como niños y mayores. También adelantó que el PP promoverá iniciativas en política familiar para paliar los problemas derivados de la dependencia social.

Rajoy, que no hizo ninguna referencia a José María Aznar en su intervención, insistió en el carácter "centrista" del PP. "En este partido no hay que cambiar muchas cosas". Sólo se limitó a la necesidad de realizar algunos cambios orgánicos para acercar el PP a la sociedad y recuperar la imagen "centrista" que perdió en su última legislatura.

Mariano Rajoy charla con Manuel Fraga y Francisco Camps, ayer, en Pontevedra.
Mariano Rajoy charla con Manuel Fraga y Francisco Camps, ayer, en Pontevedra.EFE

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