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Tanques de EE UU estrechan el cerco a los rebeldes chiíes en la mezquita de Nayaf

Al menos 40 civiles y seguidores del clérigo Al Sáder mueren a manos de tropas estadounidenses

Helicópteros de EE UU bombardearon ayer a las milicias chiíes atrincheradas en la ciudad santa de Nayaf mientras tanques norteamericanos tomaban posiciones a 800 metros de la mezquita que sirve de cuartel general a los insurgentes. Ante el estancamiento de las negociaciones para hallar una salida negociada a casi tres semanas de rebelión, EE UU decidió estrechar el cerco en torno a la ciudad vieja de Nayaf, bastión de los partidarios del clérigo chií Múqtada al Sáder. Muy cerca, en Kufa, 40 milicianos y civiles chiíes perdieron la vida en combates con tropas de EE UU el sábado por la noche.

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Las ráfagas lanzadas desde los vehículos acorazados Bradley resonaron durante toda la jornada en el laberinto de callejones que conduce a la mezquita de Alí, donde el llamado Ejército del Mahdi, liderado por Al Sáder, continúa desafiando la exigencia del Gobierno interino iraquí de que abandonen el lugar y dejen las armas. Un testigo declaró que los tanques estadounidenses avanzaron hasta el punto más cercano a la mezquita desde el comienzo del cerco, hace casi tres semanas, y recibieron disparos de las milicias chiíes. Por la mañana, un avión AC-130 del Ejército estadounidense abrió fuego sobre los rebeldes. Por la noche, continuaron los bombardeos en varios puntos de la ciudad.

Partidarios de Al Sáder que se encontraban en el interior del mausoleo murieron o resultaron heridos durante la ofensiva de ayer, según la versión ofrecida por Ahmad Chaibani, portavoz del clérigo radical chií a France Presse. "Los enfrentamientos se produjeron esta noche [anoche] alrededor del mausoleo y los estadounidenses utilizaron helicópteros y tanques. El muro oeste del mausoleo fue dañado por los obuses de tanque y varias personas en el interior murieron o fueron heridas", dijo.

Los últimos combates en Nayaf estallaron después de que fracasaran las negociaciones para entregar el control de la mezquita al gran ayatolá Alí al Sistani, la mayor autoridad religiosa de los chiíes de Irak. Convertido en el mayor dolor de cabeza para el Gobierno iraquí apoyado por EE UU, Al Sáder insiste en que Al Sistani envíe una delegación para hacer inventario de las joyas, reliquias y alfombras de la mezquita, y demostrar así que sus partidarios no han robado nada. Al Sistani, que se recupera en Londres de una enfermedad cardiaca, ha precisado que es incapaz de formar la delegación en sus actuales circunstancias.

La rebelión liderada por Al Sáder, que ha costado varios cientos de vidas y ha hecho subir el precio del petróleo hasta niveles máximos en los mercados internacionales, supone un claro desafío al primer ministro, Ayad Alaui.

Casi tres semanas de combates han convertido Nayaf, de medio millón de habitantes, en una ciudad fantasma, con sus residentes obligados a convivir con la guerra todos los días. Mientras atravesaba ayer la línea del frente con un carro tirado por un burro, Judeir Salman, que se ganaba la vida vendiendo bloques de hielo, explica que decidió abandonar su trabajo tras encontrar el cadáver de otro vendedor de hielo muerto por los disparos de un francotirador. "Lo he encontrado esta mañana. El francotirador también mató al burro", dijo. "Hasta los conductores de ambulancia tienen miedo de recoger el cadáver".

En Baquba, al norte de Bagdad, un coche bomba conducido por un suicida explotó al paso de un convoy en el que viajaban autoridades locales. Dos personas murieron y ocho resultaron heridas. Según la policía, el objetivo era el primer teniente de alcalde de la ciudad. Cerca de Faluya, tres marines murieron en un enfrentamiento con insurgentes y otro soldado falleció por una bomba trampa en Mosul. También en Mosul, al norte del país, un ciudadano filipino y uno indonesio, empleados de una empresa telefónica, fueron asesinados con un coche bomba.

Un iraquí atraviesa la zona de combates entre el Ejército del Mahdi y las tropas estadounidenses en Nayaf.
Un iraquí atraviesa la zona de combates entre el Ejército del Mahdi y las tropas estadounidenses en Nayaf.ASSOCIATED PRESS

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