El proyecto valenciano de crear células madre plantea la clonación terapéutica
Sanidad recuerda que la investigación auspiciada por la Generalitat no tiene permiso
El proyecto de creación de líneas celulares a partir de embriones humanos presentado por la Generalitat valenciana (gobernada por el Partido Popular) destaca la "utilidad práctica" de su posterior "aplicación" en procesos de clonación terapéutica, según la documentación entregada por el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, a la diputada autonómica socialista María José Mendoza. Fuentes del Ministerio de Sanidad recordaron ayer que todavía no ha sido concedido el permiso para esa investigación.
El documento no dice que el Centro Superior de Alta Tecnología (CSAT) vaya a investigar en clonación terapéutica, pero admite que suministrará las células madre en él conseguidas (con capacidad de reproducirse indefinidamente y de diferenciarse en cualquier tipo de tejido humano) a científicos que trabajen en ese área. Este dato añade más dudas sobre la política científica del PP, comenta Mendoza.
La diputada considera que la obtención de las dos líneas de origen embrionario VAL1 y VAL2, que fueron presentadas por Rambla (PP), el investigador del CSAT, Carlos Simón, y la ex ministra de Sanidad Ana Pastor (PP) el pasado 1 de julio, ya supuso infringir la ley de reproducción humana asistida, pero su posible empleo en técnicas de clonación terapéutica choca incluso con lo defendido por el PP, que siempre se ha negado a autorizar esa técnica.
La clonación terapéutica consiste en extraer el núcleo de un óvulo y sustituirlo por el de una célula adulta. Con ello se consigue un embrión idéntico genéticamente al donante del núcleo (así se creó la oveja Dolly). Con este método los tejidos que se puedan obtener no producirían ningún rechazo en el donante del núcleo.
El inconveniente que tiene esta práctica para sectores conservadores es que si el embrión se implanta en un útero puede llevar al nacimiento de un bebé. Esta técnica -la clonación reproductiva-, está prohibida y es unánimemente rechazada.
La última manifestación del PP contra la clonación con fines médicos se produjo el pasado día 11, cuando el Reino Unido autorizó un ensayo. Entonces, la portavoz adjunta del Grupo Popular en la Comisión de Sanidad del Congreso, Mercedes Roldós, expresó a Europa Press su oposición, y recordó que la ley actual "impide tanto la clonación terapéutica como la reproductiva". Opinó que "aún no hay suficientes estudios" para aprobarla.
El propio Rambla reconoció el 2 de julio que las investigaciones de Carlos Simón no tenías permiso de Sanidad, pero las justificó diciendo que "como había un grupo de investigadores con un proyecto muy avanzado", la consejería había optado por "suplir esa laguna" y "en el ejercicio de sus competencias en investigación" decidió autorizar el proyecto.
En la respuesta a Mendoza, Rambla adjunta un texto en el que afirma que se "ha cumplido escrupulosamente con la legislación que actualmente está vigente", y que firmó "el 31 de marzo de 2004 [con el Gobierno del PP ya en funciones] un acuerdo de colaboración" con el Centro Nacional de Trasplantes y Medicina Regenerativa, "que establece el reconocimiento de la existencia de un proyecto de investigación con células madre embrionarias". El consejero agrega que en junio fueron enviadas a dicho centro nacional fichas con los proyectos en marcha. El presidente del Centro, Rafael Matesanz, afirmó en julio que no había tenido "conocimiento oficial ni oficioso de esa investigación".
Aspectos irregulares
Aparte de la falta de permiso, Mendoza, quien felicita al equipo investigador, señala otros aspectos irregulares en la respuesta de Rambla. La primera, que el proyecto no tiene fecha, ni registro de entrada, "ni nada que indique que fue autorizado oficialmente".
Además, la diputada socialista apunta que el propio director del proyecto señalaba en abril que faltaba "un año para obtener los primeros frutos", mientras que en el proyecto no sólo se indica cómo se han conseguido las primeras líneas celulares, sino que se afirma que "durante 2005 están previstos los primeros ensayos clínicos para el tratamiento de patologías humanas incurables", como "secciones medulares, infartos cerebrales, Parkinson e infarto de miocardio".
Ello le hace pensar que el proyecto estaba en marcha desde "un año antes por lo menos", cuando desde el Gobierno del PP "se paralizaba el trabajo de otros investigadores, como Bernat Soria, o cuando se le prohibía traer células embrionarias del Instituto Karolinska de Estocolmo".
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