Esperando el cambio legal
Los científicos españoles relacionados con la medicina regenerativa no tardarían más de un año en preparar sus laboratorios para la investigación en clonación terapéutica, una vez aprobada la nueva ley, revisados sus proyectos y concedidos los permisos necesarios. La técnica de la clonación requiere conocimiento y técnica, pero no necesita un equipamiento prohibitivo.
Los óvulos donados son un factor limitante, y las condiciones experimentales son difíciles de ajustar, pero, una vez que los científicos de la Universidad de Seúl (Corea del Sur) publicaron sus procedimientos en febrero, cualquier laboratorio partirá de una base sólida.
"Si la ley se aprueba y nos autorizan el proyecto, podríamos investigar en clonación terapéutica en el plazo de un año, más o menos", afirma Carlos Simón, director de investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad. El equipo de Simón es el primero en España que ha derivado líneas de células madre de embriones humanos congelados. El experimento fue polémico legalmente, pero la tensión con el Gobierno ya se ha relajado, y la Comunidad Valenciana firmará después de verano un convenio con el Ministerio de Sanidad para investigar en medicina regenerativa.
Bernat Soria, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández, lleva varios años interesado en la clonación terapéutica -como un complemento de sus investigaciones en células madre para tratar la diabetes-, y parte de su proyecto se desarrolla en Singapur, donde es legal clonar embriones humanos con fines médicos. "Hace casi 30 años que trabajo con técnicas de micromanipulación de células, como las que se usan para la clonación", decía ayer Soria desde Singapur. "Además, algunos estudiantes de mi grupo están ahora aprendiendo los detalles de la técnica en otros laboratorios. No nos llevaría mucho tiempo adaptarnos para investigar en España, una vez conseguidos los permisos", añadió.
Soria y otros científicos subrayan que la transferencia nuclear está condenada a aprobarse por causas ajenas a la clonación. Rudolph Jaenisch, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Boston, y un líder mundial de la investigación en clonación animal, ha presentado este mismo mes evidencias de que la transferencia nuclear es una técnica muy valiosa para estudiar la reprogramación de los genes, un fenómeno esencial en el desarrollo del cáncer y muchos otros procesos biológicos. Con clonación o sin ella, las técnicas que la permiten, ahora prohibidas, serán pronto una herramienta fundamental de la investigación biomédica.
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